Con la premisa de divertirse y aprender
El Torneo Nacional Junior puso en práctica distintas actividades para estimular el desarrollo deportivo y reforzar el aspecto lúdico del deporte. Chicos y grandes se entusiasmaron con la propuesta.
La Comisión de Desarrollo de la AAG junto a las áreas de Alto Rendimiento y Campeonatos, coordinó una serie de actividades lúdicas durante el desarrollo del Torneo Nacional Junior, con la novedad de que formaron parte de la competencia en la categoría Birdies.
“El Nacional Junior es un ámbito ideal para impulsar este tipo de actividades porque vienen chicos de todo el país, representado a sus clubes y Federaciones. Con una cantidad tan grande jugadores y jugadoras, acompañados por papás y mamás, nos pareció la situación ideal para explicarles como pensamos que debe ser la actividad deportiva en los primeros años”, destacó Jorge Bollini, Coordinador Nacional del área de Desarrollo de la Asociación Argentina de Golf.
En un área especialmente acondicionada a tal efecto, se armó toda la escenografía que contó con: Un canasto en altura, donde los chicos debían embocar pelotas con un approach. Una repisa con botellas de plástico, donde utilizando un bate, una raqueta de tenis y con la mano, los menores debían probar su puntería. Un aro de básquet para encestar. Un blanco de velcro, donde con un approach debían intentar pegar pelotas especiales. Un “sapo” de lona donde debían acertar pelotas de distintos tamaños, pesos y texturas y un mini aro de futbol. Lo destacado es que con estas actividades, más un torneo de putting green, los menores contabilizaron puntos para la categoría de Birdies, que se sumaban a los resultados del Scramble y el Juego por Golpes.
“Con este sistema buscamos restarle dramatismo a la competencia, teniendo en cuenta que aún son muy chicos y que lo principal en el deporte para estas edades es que se diviertan”, aclaró Bollini, y agregó: “Además, de lo lúdico y de la importancia del colorido de este tipo de actividades, en estas etapas que se denominan FUNdamentals, los chicos entrenan las denominadas Técnicas Básicas de Movimiento. Correr, saltar, lanzar, atrapar, esquivar, golpear, patear, conforman el ABC de los deportes. Cuando mejor se aprendan darán como resultado, la agilidad. Cuando más ágil se vuelva un chico, más fácilmente y mejor podrá incorporar luego las técnicas específicas de un deporte”.
La tradicional clínica dictada por el staff de la Dirección de Alto Rendimiento, a través de Juan Ignacio Gil (Head Coach), tuvo mucho que ver en el mensaje que se transmitió en esta oportunidad. Los aficionados Alejandro Tosti, Matías Lezcano, Jesús Montenegro y Jaime López Rivarola hicieron gala de sus habilidades, al tiempo que brindaron sus consejos y -en el caso de quienes están estudiando en Estados Unidos- relatando sus experiencias con el idioma y la manera de llevar adelante el golf en forma paralela al estudio. Ellos también trataron de ganar puntos extras con los novedosos juegos. Le pegaron a la pelota de fútbol, hicieron lanzamientos de pelotas de tenis para medir quien podía enviarla más lejos y hasta batearon, ¡aunque ninguno logró un Home Run! La admiración que generaron en los chicos sobrevino con cada golpe a la pelota de golf, donde demostraron su pericia, resultado de muchos años de duro entrenamiento.
El Profesional Matías Simaski también fue parte de la clínica. El único jugador que ganó en el PGA Tour Latinoamérica siendo Aficionado, conversó con los chicos y destacó la importancia de estudiar el idioma inglés. Gracias a su puntería, con cada pelota encestada en las canastas dispuestas en el fairway del hoyo 1, se lanzaba una gorra de regalo para el alborotado público juvenil. Simaski comenzó a jugar a los 15 años y antes de convertirse en Profesional ya había ganado dos Abiertos del Centro en la categoría Scrach. Un modelo a seguir.
Finalmente, Bollini aprovechó la audiencia integrada por muchos padres para terminar de redondear cuáles habían sido los objetivos perseguidos y logrados con las actividades anteriormente descriptas. “En la vida de un niño existen ciertos momentos que se llaman ventanas de oportiunidad, donde los chicos son más permeables a recibir ciertos estímulos. Si nosotros no alimentamos esos estímulos estaremos perdiendo esa oportunidad. Por ejemplo: entre los 8 y 10 años, esa ventana consiste en desarrollar la Velocidad y de los 9 a los 12 años (la edad de oro del desarrollo motor) se trata de desarrollar al máximo la Agilidad y la Coordinación. Por eso es fundamental entrenar este tipo de actividades en estas edades”, destacó el Coordinador del Área de Desarrollo, quien sobre el cierre de la clínica anunció la realización del Torneo Nacional Interclubes Junior entre el 22 y 23 de febrero de 2017 en Los Lagartos CC, y sobre el que daremos más detalles en los próximos días.
Fuente: Asociación Argentina de Golf