“El Derecho a Jugar”: La Fundación que busca cumplir los sueños de niños de escasos recursos en Colombia

A pesar de que durante la última década el golf en Latinoamérica ha alcanzado mayor desarrollo a nivel profesional con figuras como el argentino Emiliano Grillo, el colombiano Sebastián Muñoz y la mexicana Gaby López destacando desde jóvenes, es universalmente sabido que este deporte sigue siendo muy costoso y de difícil acceso en nuestra región.

Sin embargo, hay cosas que no parecen imposibles para unos pocos. Afortunadamente existen personas que han ayudado a que tanto niños como adolescentes que quieren dedicarse al golf puedan hacerlo, aunque cuenten con muy pocos recursos económicos.

Todo eso prácticamente sin pedir un solo peso.

Anthony Ciabattoni decidió embarcarse en una labor filantrópica dentro del mundo del golf. Tras trabajar como coordinador de eventos de golf en Pittsburgh, Ciabattoni, de 53 años, encontró otra forma de seguir atado a su gran pasión luego de conocer en Bucaramanga a su ahora esposa Sandra.

Ciabattoni invirtió la mayor parte de sus ahorros en alrededor de 12 acres de terreno para la instalación de un complejo golfístico público a las afueras de la capital de la ciudad colombiana. El campo fue bautizado como Tierra del Sol.

“Crecí en los Estados Unidos jugando golf en los campos públicos. Cuando llegue aquí a Bucaramanga aprendí que sólo hay dos campos privados (Ruitoque y Campestre). Pensé que eso no era justo porque el golf en mi opinión es para el público. Entonces con mi esposa compramos una finca aquí y construimos un campito de golf”, contó Tony hace unos años a Revista Dos Puntos.

Así nació “El Derecho a Jugar”, una Fundación que ubica al golf como una herramienta de ayuda para niños de escasos recursos.

De miércoles a domingo, la pareja recibe bajo su programa “Golf-A Game for All” a niños de entre 5 y 13 años de la escuela rural Barroblanco y del Instituto Luis Carlos Galán, vecinos del campo. Además de las clases prácticas, los niños también aprenden conceptos teóricos del golf antes de comenzar el entrenamiento.

Una linda iniciativa como la de Ciabattoni obviamente terminó por abrir paso a que ocurrieran inspiradoras historias dentro del campo de golf. Una de esas tiene como protagonista a Shelsea Vera, una promisoria golfista de 12 años.

Shelsea aprendió a jugar al golf gracias a las enseñanzas de Ciabattoni, siendo uno de los proyectos más destacados de la Fundación “El Derecho a Jugar”. A pesar de sus dificultades económicas como Estrato 1 en Colombia (el más bajo), Vera obtuvo el primer lugar en el programa US Kids (Categoría 11 años), suceso que le valió disputar el US Kids Golf Championship 2016 en la afamada Pinehurst (Carolina del Norte).

Mejorando año a año, Shelsea es dirigida actualmente por Pedro Russi, profesional de golf afincado en su natal Bucaramanga. Sin embargo, esta mejoría también acarrea nuevos desafíos para el programa “A Game for All”.

Por supuesto, nuevos desafíos significan la necesidad de generar nuevos recursos económicos.

Shelsea y Santiago son los dos niños que consiguieron clasificar a los Torneos Nacionales de Colombia tras superar las Fases Regionales. Por supuesto, ambos son las principales estrellas que ha desarrollado “A Game for All”.

“Necesitamos su apoyo y el de entidades que quieran ver que Shelsea y Santiago sigan jugando golf. Ellos son de Estrato 1, sin club y sin gente que los ayude con dinero. Sin embargo, siguen compitiendo y este año van a los Nacionales”, señala Nancy Briceño, abuela de la jugadora de 12 años, en diálogo con Golf Channel Latin America.

Impulsado por estos buenos resultados, Ciabattoni busca dar un paso adicional es su meta por crear campeones nacionales desde su Fundación. Por ende, el norteamericano creó una página para recibir aportes desinteresados, con el fin de mejorar las instalaciones y recursos de “El Derecho a Jugar”. (Para realizar aportes dirigirse al siguiente link)

En agosto, Shelsea y Santiago tendrán la opción de medir sus progresos en el Campeonato Nacional de Colombia, siempre y cuando tengan los recursos mínimos para poder asistir al torneo que se jugará en Bogotá.

Un sueño que esperamos que sea el primero de muchos de los que podrán convertir en realidad. Es que el golf, sin lugar a dudas, siempre debería ser para todos.

Fuente: Golf Channel Latinoamérica