La aventura del segundo golfista colombiano en el Tour Asiático

La aventura del segundo golfista colombiano en el Tour Asiático

Daniel Zuluaga, de 24 años, no tuvo un camino fácil. Esta es su historia

En diciembre del 2008, Daniel Zuluaga ganó su primer Nacional Juvenil de golf, en el club Pueblo Viejo, de Bogotá. El histórico Eduardo Herrera, el primer colombiano que obtuvo tarjeta en el PGA Tour, fue el encargado de entregarle el trofeo. Ahora Zuluaga comienza a seguir los pasos de Herrera: será el segundo colombiano en jugar el Asian Tour, después de que el caleño lo hiciera en la temporada 2009.

Zuluaga nació como golfista en su ciudad, Pereira, de la mano de Martín Arroyave y Alberto Evers, y hoy tiene la guía de otra pionera, María Isabel Baena, la primera colombiana que llegó al LPGA y la única jugadora del país en ganar un torneo en el máximo circuito femenino del mundo: el Mundial Match Play, en el 2005. Marisa es hoy su entrenadora.

Pero no fue fácil el camino de Zuluaga, quien tiene el récord de títulos nacionales juveniles (logró tres, los otros dos en el 2009 y el 2010) y en diciembre logró su primera victoria como profesional, en el Abierto Internacional del Caribe, que forma parte de la Serie de Desarrollo del PGA Tour Latinoamérica. A los 23 años, el pereirano espera abrirse camino para llegar, por esa vía, al Tour Europeo, que tiene varios torneos cosancionados con este circuito. Pero antes tendrá que adaptarse, sin anestesia, a la cultura asiática. Ya jugó su primer torneo, después de haber conseguido la tarjeta en una clasificación que se jugó en diciembre en Tailandia: en el Bangladesh Open, a finales de enero, terminó de 63, con 293 golpes.

¿Qué significa llegar a jugar el Tour Asiático?
Pues, es algo que no esperaba. Desde el año pasado, siempre pensé jugar esa clasificación. Nunca me imaginé que el nivel fuera tan alto.

¿Cómo obtuvo la tarjeta?
Eran dos semanas de competencia. En la segunda, al tercer día venía 5 bajo par y estaba superlejos, estaba a 4 golpes del puesto 35, que era el último que pasaba. El tercer día hice, probablemente una de las rondas más importantes de mi vida: siete bajo par, para ponerme 12 menos para el último día. En el cuarto día tuve un gran comienzo, con tres birdies en siete hoyos. Luego tuve un bogey y un doble bogey del 9 al 11, que me costaron mucho. Hice otro birdie en el 12 y cerré en el 18 de manera increíble: logré un birdie y terminé con 14 menos, justo en el límite. Hice 30 menos en dos semanas. Si fallaba en el 18, me quedaba sin nada. A medida que van pasando los días, uno se da cuenta de lo importante que es un tiro, y sobre todo si define el año.

¿Qué tipo de jugadores hay allá?
Hay jugadores muy buenos: allá juega Daniel Chopra, que vino a jugar a Bogotá en el Club Colombia Championship el mes pasado. Hay muchos jugadores buenos que uno no conoce, porque realmente el golf allá es mucho más grande de lo que uno se imagina. Las bolsas son completamente diferentes, mucho más grandes. A los tailandeses los apoyan mucho: todos van con una misma marca. Yo estuve en Bang-kok, también conocí muchos tailandeses mientras jugaba en Bangladés. Tienen un tour local muy fuerte, con torneos de bolsas de 90.000 dólares, que acá es muy difícil verlas. Es una oportunidad para cualquier golfista de Suramérica de irse a jugar a Asia.

¿Quién lo llevó allá?
Allá estuve con mi mejor amigo, Santiago Ruiz, que no pasó. Yo creo que se puede surgir y empezar con otros tours, distintos al camino que toma la mayoría, que es Latinoamérica. El Abierto de Filipinas, que se jugó la semana pasada, tenía bolsa de 350.000 dólares, casi tres veces más que los torneos de aquí. Los colombianos nunca habíamos tenido esa oportunidad de darnos cuenta de que hay más oportunidades afuera, al otro lado del mundo.

¿Cómo fue ese viaje para buscar la tarjeta?
Estuve jugando el tour mexicano en el 2015, y estando allá se tocó el tema de buscar la tarjeta para el Asian Tour. Mi amigo Santiago sí se fue para allá, pero yo no conseguí la plata para poderme ir. Santiago me animó para volver al año siguiente. Cuando quedé de segundo en el Colombian Classic, ahí agarré una plata y comencé a planear el viaje; ya estaba tranquilo, porque podía programarme. Yo ahora no tengo patrocinio, solo la ayuda que tengo de Callaway. Salí de Colombia el 24 de diciembre a las 10 de la noche: el itinerario fue Cali-Ámsterdam-Bangkok, y fueron 24 horas de viaje. La primera semana estuve adaptándome; me fui, conocí muchos lugares, los templos, conocí toda esa cultura. Me adapté al horario, que son 12 horas de diferencia. Ya para la segunda semana comencé a practicar, y me sentía muy fresco.

La comida asiática es muy particular. ¿Cómo le fue con eso?
Pues, la verdad, al principio, muy duro; la verdad es que todavía estoy acostumbrándome. Me dio muy duro el olor de la comida. El olor no me dejaba ni siquiera probarla, sobre todo en el primer torneo en Bangladés. Allá hay estadounidenses que llevan mucho tiempo, y me decían, hablando con ellos, que todo es de costumbre: el olor, el humor. Uno veía un arroz blanco y allá es lo opuesto, es muy complicado, no era capaz. Me tocaba comer pan con Coca-Cola. Tengo que estar más tranquilo, en el sentido de aprender acerca de la comida y la cultura de cada país. La cultura es totalmente diferente, la comida, las religiones: ver en Bangladés al comienzo a las mujeres vestidas y tapadas, todas de negro, impacta al principio.

¿Cómo son las bolsas de ese Tour, comparadas con el latinoamericano o con el web.com Tour?
Las bolsas del PGA Tour Latinoamérica son casi todas de 135.000 dólares. El Asian Tour comienza con dos torneos ‘pequeños’, que son el de Bangladés y el de Taiwán, que voy a jugar en abril. De ahí en adelante, los torneos que puedo jugar van entre 750.000 y 1’250.000 dólares. Y hay otros que son cosancionados con el Japan Tour y el European Tour, con bolsas de 2, 3 millones de dólares, como el que acaba de ganar el paraguayo Fabricio Zanotti en Malasia. Hoy, la única manera de que yo pueda tener entrada a los cosancionados es ganando algún torneo. Por ahora, yo voy a poder jugar unos 12 torneos en el primer semestre.

Aparte de los asiáticos, ¿qué otros jugadores hay allá?
Hay jugadores de toda Asia, se ve mucho tailandés, mucho indio, gente de Malasia, de Sudáfrica. También, mucho australiano, mucho gringo. De Suramérica solamente estamos ahí Adilson da Silva, que es brasileño, y yo. Ahora yo estoy probando el tour. De Europa hay mucho jugador, europeo asiático, pero digamos que no son tantos los americanos y suramericanos que están jugando el tour asiático.

¿Cuál es su plan mientras llegan los torneos grandes?
Ahora estoy cuadrando toda la ida a Asia. Creo que voy a tener como base a Bangkok. En el primer semestre voy a jugar un par de torneos en el PGA Tour Latinoamérica, y de ahí armo el viaje a Bangkok.

Así se juega el circuito

El Asian Tour nació en julio de 1994, con representación de ocho países de ese continente. La temporada regular tiene nueve torneos, que se desarrollan en Singapur, Birmania, Bangladés, Malasia, Australia, India, Japón, China Taipéi e Islas Fiyi, con bolsas de entre 300.000 y un millón de dólares. Tiene además tres torneos cosancionados con el Japan Tour y otros cinco que también son válidos para el Tour Europeo.

El tailandés Thongchai Jaidee es, hasta el final de la temporada 2016, el jugador que más dinero acumuló en ganancias en el circuito en toda la historia, con 5,48 millones de dólares. Jaidee obtuvo después ocho victorias en el European Tour, cuatro de ellas en torneos cosancionados por el circuito asiático. La última fue el Abierto de Francia, en julio del año pasado.

Eduardo Herrera fue el primer jugador colombiano en llegar al Asian Tour, en la temporada 2009. Solo duró un año.

Germán Calle
José Orlando Ascencio
Redacción de Deportes

 

Fuente: El Tiempo

 

 

 
 
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