Nueva visión de preparación psicológica y deportiva en el Curso de Profesionales Instructores
Caperán estuvo por primera vez en nuestro país en esta semana
El éxito de un deportista en cualquier disciplina radica en la capacidad de lograr equilibrar cuatro pilares fundamentales de preparación, los cuales en mayor o menor medida y dependiendo de la actividad se combinan para llevar a resultados exitosos.
En este certero postulado se condensa parte de la visión que el psicólogo español José Ángel Caperán transmitió en tres provechosos días de actividad a los más de 70 profesionales instructores asistentes a un nuevo curso de la División Profesional de la Federación Colombiana de Golf, el cual concluyó este miércoles en el Salón Múltiple del club Los Lagartos en la ciudad de Bogotá.
Siempre en boga en un deporte tan particular como el golf, el trabajo en el aspecto mental se ha equiparado en los últimos años con el físico y el técnico, llegando a un estado importante de preparación al que nuestros ‘profes’ no han sido ajenos, concentrando buena parte de su atención en sus tareas diarias.
“Esos cuatro pilares son lo táctico, lo técnico, lo psicológico y lo físico, siendo en el caso del golf el tema técnico una parte fundamental, lo mismo que lo psicológico. Lograr el grado alto de autocontrol que se requiere para ejecutar el mismo gesto técnico, con la misma intensidad, la tensión muscular, las mismas plantillas mentales y el movimiento que hice bien en el entrenamiento es exigente y es allí en donde el golf se hace más complejo”, anotó Caperán, que tuvo en esta semana su primera experiencia en América Latina.
El asturiano, con máster en psicología deportiva en Madrid (España) y mano derecha del psicologo principal de la Real Federación Española de Fútbol, hizo especial énfasis en el hecho de poder integrar al día a día de nuestros ‘coaches’ la mayor cantidad de estos aspectos claves.
“Lo mejor es siempre un trabajo con equipos multidisciplinares, con entrenador, psicólogo, entrenador físico, médico, etc…. Pero como al final solo es posible en lo económico, al final lo que se intenta es formar a los entrenadores para que tengan una visión de 360 grados, es decir que tengan conocimientos en todas estas áreas que puedan potenciar esos cuatro pilares, esto sin querer decir que no puedas contar con el apoyo de personas específicas”, agregó.
Con lo complejo que esto resulta, la posibilidad de capacitarse cobra especial valor, ya que no siempre la formación como jugador exitoso se transforma en un instructor exitoso.
“En la actualidad hay una tendencia clara, en especial en el fútbol y en el tenis del deportista de élite que se retira y se recicla como entrenador prácticamente sin formación. Eso al final causa problemas, ya que dicho entrenador condiciona su éxito a dar con equipos que tengan características similares a las que él tuvo cuando era joven y eso es muy difícil de hallar”, recalcó.
Este nuevo enfoque se mete de lleno con el ‘ADN’ que para muchos tiene el deportista colombiano, el cual según algunos detractores no cuenta con la fortaleza mental requerida para triunfar:
“Sin duda, la educación de la persona determina el cómo compite. Si te han educado en una cultura de ‘piensa en lo peor que pueda pasar’, por si acaso, o ‘no apuntes alto para no llevarte una decepción’, al final condiciona lo que haces. Hay un porcentaje muy importante que está al ciento por ciento controlado por el jugador y que depende solamente de la voluntad de hacerlo o no hacerlo. Es la ejecución de ‘lo pienso, lo siento, lo hago’ y que se incorpora dentro de la siquis del deportista”, estimó Caperán al respecto.
Igualmente, destacó que muchas veces ese miedo a la decepción hace que lo que debería ser placentero (el competir) se convierte en una pesadilla. “En resumen, esto lo que hace es también entrenar a nuestros golfistas, a nuestros niños, para la vida misma, que es una competencia en sí”, puntualizó.
Fuente: Federación Colombiana de Golf