Escuela de Golf Celles y Jon Rahm: Así se ponen los cimientos a todo un campeón del PGA Tour
La primera clase que Jon recibió en la Escuela fue hace unos 10 años aproximadamente. Él era un jugador con buen hándicap, tenía mucha pegada para su edad y, sobre todo, era muy bueno en el Green. Con el tiempo fuimos depurando su juego corto, las rutinas de entrenamiento, y acortamos la subida del palo en la parte alta del swing. Esto le convirtió en un jugador muy repetitivo.
Al principio, me costó convencerlo de que lo más importante para un jugador no era un arco de swing amplio, sino un buen contacto en el punto dulce del palo y que este aspecto le iba a aportar constancia y solidez. Después de muchas pruebas en el campo de prácticas y de mucho trabajo llegó el primer triunfo en un puntuable nacional.
Este hecho le ayudó a entender que habíamos realizado un buen trabajo en su swing, luego llegaron más títulos y su incorporación a la Blume. Allí le intentaron cambiar la posición de sus manos y del palo en la parte alta de la subida incorporándole más arco con el quiebro de las muñecas, pero esto hizo que perdiera la confianza que había adquirido con su swing.
Yo siempre le he dicho que el profesor es la bola, que la bola es la única que tiene la razón y que hay muchas formas diferentes de hacer el swing de golf. Cuando vino a verme me dijo: “Eduardo me quieren cambiar el swing”, y yo le contesté: “aquí solo tiene la razón la bola”.
Le hice pegar series de cinco bolas de la forma que le decían en la Blume y luego de la manera en la que habíamos trabajado nosotros. Con la nuestra, conseguía más control en la dirección y el vuelo, y así volvió a la Blume con un mensaje claro: que con su swing Jon tenía un buen impacto centrado, la suficiente potencia con cada palo, y el control del vuelo de la bola con sus diferentes efectos y diferentes tipos de golpes.
Jon es un jugador que domina el vuelo de la bola como pocos jugadores en el mundo, es muy exigente consigo mismo y le cuesta asumir los fallos, aspecto este último que con la madurez va dominando.
Me gustaría resaltar que otros campeones como Javier Sainz, Carmen Sainz y Harang Lee, han puesto el listón muy alto como alumnos y como personas, teniendo como prioridad todos ellos el golf, pero sin dejar de atender sus estudios. Todos ellos han completado su nivel académico y todos ellos tienen en sus vitrinas diferentes trofeos de campeonatos en diferentes competiciones nacionales e internacionales así como puntuables nacionales, campeonatos de España, campeonatos europeos por equipos y participaciones en mundiales.
Nuestra Escuela es una manera de ser y de vivir por y para el golf, con el respeto de la esencia recibida de nuestros mayores que fueron pioneros del golf. De ellos heredamos que el trabajo es el camino para conseguir los objetivos y esto es lo que intentamos transmitir a nuestros alumnos más jóvenes.
Fuente: Open Golf