Políticos y Golf son compatibles y su apoyo es necesario
Me envía un lector amigo un enlace a un artículo de golf. Se trata de una entrevista concedida por Miguel Ángel Jiménez a Javier García Ropero. Nunca se mordió la lengua.
No es un entrevista larga y densa (Cinco Días, 17/03/2017) como un plato de alubias con chorizo, sino una corta conversación ligera y sabrosa como una tapa de pavía de merluza.
Incluso la cita del golfista que figura como titular es llamativa: “Los políticos no quieren que se les vea jugando al golf”. La idea ha sido extraída de la respuesta del golfista a la pregunta “¿Tiene mala imagen el golf?”. Miguel Ángel Jiménez pone los ejemplos de países como Inglaterra, Estados Unidos y Japón como naciones donde la práctica del golf es algo normal, que no despierta recelos.
Luego acentúa su propia perplejidad al señalar que en España el golf ha dado estrellas como Seve, Chema Olazábal, Sergio García. Supongo que la modestia le habrá impedido añadir el suyo a los anteriores nombres.
No es el golf lo único que cristaliza en etiquetas negativas. Poner diana para marginar, para hacer despreciable u odioso a alguien o a algo es maniobra bien eficaz. Eso lo saben bien los ideólogos apagamisas, los tuiteros de masivos insultos, los biógrafos falsarios, los escrachadores de prestigios y todo bicho viviente – cada uno de nosotros – cuando los prejuicios y las pocas luces apagan la sensatez y la benevolencia.
Así que instalado en el imaginario social que el golf es antisocial, pijo, carísimo, exclusivo, excluyente y de duración eterna no hay político español que se atreva en a dejarse ver con la bolsa de palos: si te llaman facha por creer en Dios, qué no te dirán si se enteran de que tienes hándicap 14.
Lo chocante, epítome del papanatismo patrio, es que a muchos de los que lo critican para los nuestros les parece normal ver al semidiós de la progresía Barak Obama con sus bermudas y su hierro de zurdo jugando en Martha’s Vineyard, que eso si que es lo de lo más “in”. O aplauden que Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, se fotografíe con los niños del Golf Trust durante el lanzamiento del Mes Nacional de Golf en Green Speakers.
Entre los políticos españoles que han practicado el golf sin esconderse estuvo Adolfo Suárez y está – defenestrada, pero está – Esperanza Aguirre.
Yo pienso en esto como el propio Miguel Ángel Jiménez, esta vez en declaraciones a Mundo Deportivo: “Los políticos tienen el deber de apoyar el golf”. Me refiero a los políticos españoles que no deberían tener dificultades para comprender dos cosas.
Primero que el golf mejora a las personas, sobre todo si se empieza a practicar a temprana edad y sus maestros les enseñan de modo concreto las virtudes de un caballero, la deportividad y la honradez.
Y, segundo punto a comprender por los profesionales de la cosa pública española es que, con 75 millones de turistas al año, atraer y retener extranjeros con bolsas de palos engorda la otra bolsa: la del dinero. Los millones de euros en inversión, servicios directos, hostelería y entretenimiento ligados al turismo de golf son clave para dar altura al turismo español.
En este sentido no cabe sino felicitar a la Junta de Andalucía y a su Consejería de Turismo y Deporte por acoger y financiar en parte el Valderrama Andalucía Masters que se disputará en octubre.
Andalucía mejorará su imagen. Muchos europeos, jugadores de golf o no, pondrán a esta región en el GPS de sus mejores experiencias y gracias a las retransmisiones televisas del acontecimiento la marca Andalucía será mejor conocida. Y a poco que se sepa explotar la belleza de la tierra andaluza la televisión será un escaparate para que muchos compren más horas de sol, playa, arte, cultura, gastronomía y deporte de élite.
A ver si alguien despierta del letargo en ámbitos españoles y recuperamos el Open de España para el calendario del Circuito Europeo. Así lo expresaba Keith Pelley, CEO del Circuito Europeo en una reunión mantenida con la prensa en Madrid:
“Creemos fervientemente que el Open de España tiene que volver y que es importante para nosotros contar con dos torneos: el Open de España al principio del año y el Andalucía Valderrama Masters a finales de año. Para ello decidimos invertir en personal y abrir una oficina en España con el fin de devolver el Open de España al calendario del circuito en 2018, manteniendo el Andalucía Valderrama Masters.
Después de la reunión de esta mañana, trabajaremos en algunas ideas, seguiremos dialogando con la RFEG y nuestra intención y meta es tener dos torneos de calado del European Tour y otros dos del Challenge Tour en España, y que el Open de España vuelva en 2018. Creemos que en España tiene que haber dos torneos y para ello habrá que superar las dificultades de los últimos años en cuanto a patrocinios de golf y esperamos que nuestra propuesta resulte atractiva no solo para las multinacionales, sino también para las empresas españolas.”
Nada que añadir.
Fuente: Hechos de Hoy