Análisis: Lo bueno y lo (poco) malo que dejó el regreso de Tiger Woods en el Hero World Challenge
Ya es martes y la casi incontrolable euforia que marcó el regreso de Tiger Woods en el Hero World Challenge dio paso a la calma habitual de la “temporada baja” del golf. Casi sin torneos por disputarse en las próximas cuatro semanas, la actividad golfística entra en un receso que coincide con un nuevo período de ajustes para el “Tigre”.
Este período de ajustes, que incluye su cumpleaños número 42 a finales de diciembre, será crucial de cara a una temporada 2018 donde Woods espera no repetir los errores que lo llevaron a jugar apenas dos torneos en 11 meses durante 2017. Si bien en esta ocasión las molestias físicas parecen cosa del pasado, aquello no significa que deba participar nuevamente en un torneo como el Omega Dubai Desert Classic, por ejemplo. Tanto viaje no puede ser bueno para la espalda, mejorada o no.
El Farmers Insurance Open en Torrey Pines (25-28 de enero) parece ser el próximo destino de Tiger en el PGA Tour. Ojalá que el californiano siga tomándose las cosas con calma y no dispute más de 12 torneos en 2018, por su bien personal y del golf.
Dicho todo esto, la participación de Woods en Bahamas dejó muchas cosas buenas y pocas cosas malas. Repasemos:
Lo bueno
- Le pegó al driver como los dioses: Un tiro que se había convertido en un problema para Tiger durante los últimos años se transformó en una fortaleza en Bahamas. Con el driver alcanzó una precisión superior al 60 por ciento, con distancias que le permitieron atacar Par-4 cortos y Par-5 largos.
- Velocidad de swing cercana a sus mejores tiempos: Su swing marcó velocidades similares a las que alcanzó Justin Thomas. En tanto, la pelota del californiano viajó a velocidades cercanas a los 290 kilómetros por hora con su driver, número que lo hubiese puesto entre los 20 mejores del PGA Tour en 2017.
Está claro que la calidad y el talento natural de Tiger siguen intactos. - Mejoró score de 2016 y derrotó a varios jugadores prominentes: De 284 golpes (-4) y un puesto 15° en 2016 pasó a 280 tiros (-8) y un noveno lugar en condiciones un poco más difíciles en el Hero World Challenge 2017. Además, superó a figuras de la talla de Dustin Johnson, Henrik Stenson yJustin Thomas. Nada mal.
- Oportuno sobre el green y sólido con los hierros: Si bien no dejó cerca muchos tiros, tampoco cometió errores graves con sus hierros. En tanto, su putter estuvo “caliente” en distancias entre tres y seis metros.
- Se vio sano: Esto es lo mejor de todo. Se le ve sano y feliz de estar en cancha luego de pasarla muy mal debido a sus constantes dolores de espalda. Por eso es que acá no solo gana Woods, sino que también gana el golf.
Lo malo
- Siguen las dudas alrededor del green: Con sus chips se le vio mejor de lo esperado, pero todavía lejos del nivel que nos tenía acostumbrados. También cede mucho terreno en este aspecto si lo comparamos con la elite del golf mundial.
Quizá con más torneos en el cuerpo será el momento donde Tiger deje atrás las inseguridades y mejore en el approach y putt. - Bajo condiciones difíciles se le complicará hacer buen score: Cerca de cumplir 42 años y con múltiples operaciones en la espalda, Woods ya no es de esos jugadores que está diseñado para jugar con mucho viento, lluvia y en canchas extremadamente difíciles al estilo del US Open.
En resumen, muchas cosas buenas para trabajar de cara a 2018. ¿Podrá Tiger ganar un major en 2018? Probablemente no. Pero de todas formas sí puede meterse en la pelea por algunos títulos si diseña un calendario bien armado en la siguiente temporada.
Ahora solo queda observar y disfrutar lo que nos pueda brindar Tiger en 2018.
Fuente: Golf Channel Latinoamérica – Foto: Getty Images