Las bajas de Río 2016: Excusas perfectas y preocupaciones válidas

Las bajas de Río 2016: Excusas perfectas y preocupaciones válidas

Los Juegos Olímpicos de Río 2016 están a la vuelta de la esquina, pues solo resta un mes y medio para poder disfrutar de uno de los eventos más impresionantes e importantes del mundo. Sin embargo, existen diversas situaciones que están provocando polémica alrededor de los Juegos, en especial en la disciplina que más nos compete: el golf.

Específicamente hablaré de un tema que ha causado molestia al público y expertos: las bajas que siguen existiendo en la rama masculina por el famoso virus Zika. Y es que desde hace meses gran parte de los golfistas clasificados para los Juegos Olímpicos han rechazado la oferta por distintas cuestiones.

Hasta el momento han sido seis golfistas que renunciaron por temas de calendario y por intentar retener la tarjeta de sus respectivas giras. En tanto, otros seis han desertado por miedo al virus del Zika, epidemia que parece estar bastante controlada en Brasil, según señalan diversos expertos.

El último en anunciar su ausencia por “prevención” fue nada más y nada menos que Jason Day, cuya preocupación radica en evitar el virus para “no arriesgar futuros embarazos de su esposa”. Tiempo antes, Vijay Singh, Charl Schwartzel, Marc Leishman, Branden Grace y Rory McIlroy también se restaron de Río 2016 por miedo a esta epidemia.

Tras estas bajas me di el tiempo de analizar lo siguiente: ¿Hay motivos reales para evitar viajar a Brasil o simplemente el Zika es un pretexto para abandonar un torneo que no es del interés de todos?

Excusa perfecta

¿Tendríamos todas estas bajas en el Masters si el Zika estuviese en Augusta National? Claro que no. El tema es Brasil (y que no es un major).

Lo que me parece increíble hasta cierto punto es que pareciera que el Zika solo es un virus que le da a los golfistas hombres clasificados a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. De hecho, los retiros por parte de las mujeres no son comparables con la situación de los varones, ya que hasta el momento solo se restó la sudafricana Lee-Anne Pace.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la posibilidad de infección del Zika actualmente es muy baja en Brasil, y a quien realmente puede llegar a afectar es a las mujeres. Por eso es que no encuentro una justificación realmente coherente de la ausencia de tantos profesionales del golf, deporte que puede despedirse del programa olímpico si no mejoran las cosas en Tokio 2020. Quizás, la oportunidad debería de ser otorgada a nuevos talentos amateur que lo que menos tienen es miedo.

El tema del calendario lleno de torneos a lo largo del año es más entendible. Sin embargo, en estos momentos ni el PGA Tour y ni el European Tour parecen ser un impedimento para preparar una semana más en que el honor está por sobre el ranking o dinero.

Argumentos reales

Que Jason Day quiera cuidar el futuro de su esposa y futuros hijos me parece admirable. La justificación del Zika no la comparto, pero la prioridad por la familia me parece algo digno para celebrar.

Lo que sí me parece bastante válido es tener preocupación por ir a Río en su estado actual. Seamos francos: el COI (Comité Olímpico Internacional) debe estar un tanto arrepentido de haber designado dicha ciudad brasileña como sede de los Juegos, en especial si recordamos que socialmente están pasando por un proceso delicado, que hay crisis interna en su economía, además de violencia y una presidenta como Dilma Rousseff que está suspendida de sus funciones.

Además, pienso que aquellos que prefieren privilegiar la lucha por retener su tarjeta en el PGA Tour tampoco merecen crítica. Al final, hay familias que mantener que son más importantes que cualquier evento deportivo o gloria por la patria.

Habiendo dicho todo esto, el golf desgraciadamente está dejando pasar una oportunidad histórica después de 112 años de ser apartados de toda competición olímpica. Esperemos que Jordan Spieth, los latinoamericanos (especialmente rumores que indican una posible baja de Camilo Villegas) y el resto de los 120 clasificados se mantengan firmes en su postura de viajar a Brasil.

De lo contrario, el golf (y su permanencia en los Juegos) puede estar en problemas después de Tokio 2020.

 

Por: Nina María Iniestra de la Riva
Fuente: Golf Channel Latin America

 
 
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