Oakmont ruge con más fuerza que nunca

Oakmont ruge con más fuerza que nunca

La tormenta perfecta se plantea una vez en Oakmont, el ícono del golf estadounidense, con rough, bunkers y greens en su máxima expresión en calidad y naturalidad, obligando a un manejo preciso de cada jugada, no buscando el premio sino aplicando la sabiduría, aquella que le permita al contendor cometer los menos errores posibles para estar en contención para el fin de semana y tal vez quedarse con el trofeo. Hay 11 aficionados, 3 españoles, Sergio García, Rafa Cabrera-Bello y Jon Rahm, y 3 latinos, el Maestro Ángel Cabrera, Emiliano Grillo y Carlos Ortiz, dos argentinos y un mexicano

Oakmont, Pennsylvania, 13 de Junio de 2016.- Oakmont Golf Club, en Oakmont Pennsylvania, fue oficialmente la primera cancha de golf reconocida como un Patrimonio Histórico Nacional, con una trayectoria que además la ubica como la que más US Open (8), majors (13) y eventos USGA (15) ha tenido, lo cual sustenta con claridad la imagen que posee como una de las más tradicionales de todas, adyacente al valle del río Allegheny, fue abierta en 1903 y diseñada por Henry C. Fowner, quien nunca más diseñó ninguna otra, y que le tomó sólo un año construirla sobre lo que era una finca de siembra, pero su concepto y fundamento inicial de su existencia prevalece con más fuerza que nunca, hoy celebrando el evento de la USGA No. 85 en el estado de Pennsylvania, más que ninguno otro (California 2do/ 75).

Ese es el caso de Oakmont, una cancha que nació para ser la mejor prueba de golf para los mejores golfistas del mundo en ambos géneros, y esa herencia de sus ancestros creadores sigue más presente que nunca, luego de una renovación que valoriza la visión y la creación de Oakmont, cuando luego del triunfo del argentino Ángel Cabrera en el 2007 con 285 (+5), regresaron al escenario de comienzos de 1900’s, cuando no habían árboles y por ello se seleccionó esta locación en un valle que permitía ver toda la propiedad, lo cual constituye hoy una realidad que ratifica una seria y sabia decisión, aunque dura de tomar, porque ésta ratifica lo que este club viene pregonando, ser un ícono histórico nacional, cuya Casa Club es un impresionante museo de fotos, artículos y objetos de golf con tours y todo.

La visión general de la cancha de Oakmont, ahora de nuevo es de 360º, lleno de colinas y naturaleza local y natural, es la tendencia y es ecológica, siempre bordeada de magníficos árboles en sus linderos, y su fama, no ha cambiado en nada, por el contrario, producto de todo el cambio en los últimos años, una de las variables algo nuevas son los roughs, los cuales van graduando su altura a medida que se aleja de los ya angostos fairways, desde 3 pulgadas, 5, 7 y libre de corte, por decir, pero lo sorprendente es que los jugadores observan que éstos han crecido libre y robustamente, producto de la atención (cariño) de la encargada de la cancha. Sin embargo, uno de los sellos de esta cancha son los 210 bunkers, hechos para obligar al jugador a ser lo más exacto posible en el plan de juego para el 116º US Open, y con ello, ser pacientes jugando en regulación para esperar las oportunidades en el green, área que se ha llevado toda la atención de jugadores y medios por igual, donde mueren todas las esperanzas de birdies, donde un par se convierte en la gloria del hoyo, donde a veces sólo ruegan para quedar dentro del green y donde los más atrevidos se jugarán la cuerda floja, mostrando con el registro más alto nunca visto de velocidad de la bola dentro del green (14).

No por casualidad el récord de la cancha en el Campeonatos majors es de 278 (-6), en el desempate donde salió airoso John Mahaffey en el PGA Championship en 1978, siendo el mejor score es de 5 bajo-par en el US Open el de Ben Hogan en 1953 y el de Johnny Miller en 1973, sólo que con el primero fue con recorrido Par-72 y el segundo Par-71. Este año la cancha será Par-70 (35-35) con recorrido de 7.219 yardas la primera ronda, el cual cambiará a lo largo de las cuatro rondas según el montaje y las condiciones de la cancha, la cual arrojó un rating de 77.8 y un slope de 148 para este campeonato. El tema el día de hoy, ha sido qué palos van a conformar los 14 reglamentarios, donde algunos prueban con hierros 1 y 2, pero el jueves deben estar claro tanto de los artículos de juego definitivos, como de la estrategia de juego para cada hoyo y para cada palo por decir, de cumplir con los planes.

Los contendores lucen tranquilos, algunos incluso se divierten con la aventura que significa hacerle score a Oakmont, reconocen es la más dura prueba nunca vista, Augusta no se compara, Chambers Bay es un link, mientras aquí los espera el Gigange Verde, la combinación perfecta, rough, bunkers y greens, nadie sale vivo, el que logre conquistar las banderas con ventaja será considerado un héroe, y si logra salir sin errores, será un héroe nacional, porque ése ganará el US Open de este año. Aquel que menos errores cometa, que mantenga la calma, que mejor logre implementar su plan, que sea más humilde en respeto a su creador y más sabio en mantener la paciencia en Oakmont, aceptando su majestuosidad y su nivel de exigencia, sin dejarse llevar de goloso siendo más bien cauteloso, ese tendrá más opciones de triunfo. Aquí las estadísticas y los récords de eventos anteriores no cuentan, se trata de una nueva edición del US Open, conocida por su fama de ser un evento conceptualmente difícil, ahora aliado con la cancha más impenetrable de todas, por lo que hay un borrón y cuenta nueva, dijo Bubba Watson, refiriéndose al libro de juego de Oakmont, “debo hacer uno nuevo, ya no aplica.”

El 116º US Open tiene un field de 156 jugadores de 23 países producto de 9.877 aplicaciones, de los cuales 76 están completamente exentos, 12 de los cuales anteriores ganadores, 27 clasificaron en los seccionales, 49 lo jugarán por primera vez, y hay 11 aficionados, siendo la cuarta vez seguida que superan los 10 amateurs, entre los que están Derek Bard, 2do en el 2015 US Amateur, y el español Jon Rahm, el No. 1 del mundo por el World Amateur Golf Ranking(WAGR), como también hay 3 españoles y 3 latinos, dos de ellos argentinos, el maestro Ángel Cabrera, y el primerizo pero sólido contendor, Emiliano Grillo, siendo el otro, con no menos méritos, el mexicano Carlos Ortiz, quien se ganó su puesto clasificando de primero en su seccional. El más joven tiene 19 años clasificó por una seccional, y el mayor que tiene 52 se llama Wes Short Jr., observando que hay 12 jugadores con menos de 21 años. Arnold Palmer y Jack Nicklaus serán las figuras que abrirán el 116º US Open el jueves.

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