Probabilidad cuántica y golf
Puedes ganar antes de haber ganado
Por: Tatiana Rodríguez Paz
Quiero dejar claro que esta nota no es de coaching deportivo, ni pretendo llegar a esas instancias, lo que sí puedo contarles es que los físicos modernos han descubierto que la cuántica es aplicable a todos los ámbitos, y sobre esa premisa, ¿por qué no implementarla al golf y convertirse en golfistas cuánticos?, de sólo imaginarlo me divierte.
A través de la física cuántica se ha entendido que la realidad es subjetiva a cada persona, mejor dicho, la física moderna propone que hay un campo energético donde existen todas las posibilidades y que somos nosotros quienes materializamos una de las probabilidades según donde centremos la atención.
Hace años la teoría del modelo del átomo consistía en un núcleo y tres electrones, para la física clásica los eventos eran predecibles y todo correspondía a una explicación predeterminada.
En la actualidad se cree que el átomo está compuesto por un núcleo y un espectro energético alrededor, ¿dónde están los electrones? La respuesta es que aparecen según el observador, donde interviene la atención de éste se materializa el electrón.
¿Qué tiene que ver esto con el golf?
La cuántica propone que tenemos un universo de probabilidades que materializamos con poner nuestra atención, por eso es tan importante el manejo de los pensamientos cuando estamos en el campo de golf, eso que piensas es donde estás concentrando tu energía, y por ende, eligiendo una de las probabilidades disponibles para ti.
Tiger Woods decía que antes de hacer un tiro visualizaba el movimiento y luego lo ejecutaba, su cuerpo como por arte de magia correspondía con su pensamiento y la bola hacia justo lo que él había visualizado, el juego primero lo hacía en su mente, así que antes de ganar ya había ganado.
Para que esto sea una realización, es importante entender que nuestro pensamiento actúa como el mensaje que enviamos al campo cuántico, y nuestro sentimiento sería la onda energética que materializa la selección.
Cuando pensamiento y sentimiento están sintonizados, la señal cuántica es perfecta y podremos materializar ese golpe tan esperado.
Sobre este tema hay mucho de que hablar, espero en las próximas ediciones de Fairway continuar aplicando conceptos científicos al golf y extender este artículo sobre física cuántica.