Sustentabilidad, Belleza y Juego: una Cancha para la Historia
Los hábitats de sus canchas enaltecen el contorno y revalorizan el juego, en su disfrute como en su desafío, muy presente en la recién renovada cancha ‘David Gutiérrez’ del Club Los Lagartos, a cargo del conocido y distinguido diseñador de canchas de golf, Scott Miller, en exclusivo para los lectores de Fairway
El diseñador de canchas de golf Scott Miller, proveniente de Scottsdale, Arizona, es un profesional de más de 30 años de experiencia con muchas credenciales que avalan su trabajo y sus obras. Se creó jugando y pintando recorridos de golf, estudio arquitectura paisajista, lo contrató Jack Nicklaus recién graduado, aprendió la importancia del juego táctico, cree y practica los valores del golf y la integridad como lenguaje de vida, tuvo la suerte de restaurar cuatro hoyos de Augusta National, se independiza y se concentra en el diseño estético, el seguimiento en la construcción, y en la “jugabilidad” de sus campos de golf.
Se basa en los encuadres fotográficos, los contrastes de color, la tendencia a lo orgánico y lo natural, es fiel defensor del respeto ambiental y ecológico, y persigue la sustentabilidad. En Colombia posee buena experiencia, primero con el Club Payandé, y recién renovó completamente la cancha David Gutiérrez del Club Los Lagartos, estrenado el pasado 15 de febrero, uno de las dos canchas que posee ese club ubicado en Bogotá, y fijado para ser sede de la Copa Los Andes 2013 del 18 al 24 de noviembre.
¿Quién es Scott Miller?.
– “Yo soy uno de los sortarios en el mundo que hacen exactamente lo que siempre querían hacer. Cuando crecía mi familia no tenía mucho dinero, y en 6to o 7mo grado , conseguí un trabajo en una cancha de golf de 9 hoyos en Augusta Kansas, y estaba el profesional de golf que era el mismo que mantenía la cancha. y yo era su único empleado, por lo que me tocaba hacer de todo , cortaba la grama en los greens en la mañana, y algunas veces en la tarde, pero también me obsequió unos palos de golf y me dio unas clases de golf y aprendí a jugar el golf, y en el verano, mis amigos y yo íbamos a jugar golf cruzado, de forma que salíamos del tee del hoyo uno para el green del hoyo 8, y de ahí salíamos del 9 para el green del 3, y así jugábamos nuestra propia cancha de golf, y sin saber que existía el diseño de canchas de golf, yo regresaba a mi casa y dibujaba esos recorridos, y con suerte mi Mamá me guardó uno de ellos, y antes de morirse le dio uno a mi esposa. Al cumplir el primer año de abierta mi empresa _hace 10 años, mis empleados me lo trajeron enmarcado y lo monté en mi oficina.”
“Para la época comencé a jugar competitivamente, pero rápidamente me di cuenta que no iba a hacer una vida jugando, no era tan bueno y había muy buena competencia, y lo próximo era diseñar canchas de golf. Fui a la universidad y me gradué en ‘Landscaping Arquitecture’, y en mis dos últimos años, Jack Nicklaus estaba diseñando Shoal Creek Golf & Country Club, en Birmingham, Alabama en 1976, donde estuvo el PGA un par de veces, conseguí trabajo y conocí la organización de Jack Nicklaus, y me contrataron al graduarme de la universidad, comencé a manejar ‘bulldozer’ y equipos, pero fue la mejor manera de aprender desde abajo, porque si no sabes construirlas, no pueden diseñarlas. Y así es como llegué desde mi juventud hasta estos días.”
¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Jack Nicklaus?
– “Comencé mi relación con su organización antes de terminar mi college, es una leyenda del juego, y tácticamente, apenas con su décimo proyecto pero ya tenía nombre en el diseño de canchas de golf, y es importante entender cómo ve él el diseño de una cancha de golf, y el tenía a unos muy talentosos trabajadores en ese momento, y tener la oportunidad de aprender de ellos y aprender de Jack por casi 11 años, desde que salí de la universidad hasta que formé mi propia empresa, fue fantástico, porque cuando llegué era poca gente 4 o 5 empleados, trabajábamos uno al lado del otro, salíamos a cenar con Jack y Bárbara, y mientras crecía con la compañía y se hacía más grande y más grande, que cuando me retiré había como 60 personas, y yo hacía más gerencia, que la parte creativa del negocio, diseñar canchas, que es lo que a mi me gusta hacer. Hablé con Jack, tenía unos más jóvenes que veníamos preparando, y empecé mi propia empresa con la visión de hacer dos o tres canchas al año, no quería ser muy grande, aunque pude serlo en la época de los 90’s y comienzos de los 00’s que el golf estaba en pleno auge, pero la idea es estar más involucrado desde el diseño hasta terminada la construcción, todo el camino.”
¿Qué aprendiste de Jack?
– “Como dije antes, es tácticamente una de las mejores mentes en el juego de golf, y realmente su insistencia en trabajo ético y perfección que tenía en el juego, lo llevó a su profesión del diseño de canchas, e insistía que desempeñáramos nuestro trabajo de igual manera, con nuestros clientes, donde la integridad era algo que él hacía énfasis. Me criaron así, por lo que nos llevábamos muy bien, y tener la oportunidad de trabajar con alguien con los mismos valores que uno.”
¿Porqué Colombia?
– “Fui introducido a Colombia con el proyecto del Club de Payandé hace 15 años atrás, y todo comenzó que Robert Trent Jones ofreció venir a Colombia, y no venía, estaba muy ocupado y el tema de la seguridad en el país para entonces, y los promotores comenzaron a buscar otros diseñadores, y uno de ellos fue Jay Morris quien trabajaba con Tom Weiskopf, quien era mi jefe cuando yo trabajaba con Nicklaus. Por lo que Jay y Tom estaban muy ocupados y declinaron, y les preguntaron, con quién hablamos, y porque no hablan con Scott Miller. Yo era joven, no entendía realmente lo que pasaba aquí, no me preocupaba, acepté su oferta, la primera vez que nos vimos firmamos un convenio.”
¿De dónde Los Lagartos?
– “A través del proceso de trabajar en Payandé, comencé a querer a los colombianos, son amables, son educados, son de mente abierta, viajan alrededor del mundo y conocen, e incluso más que yo, por razones de trabajo. por lo que su experiencia ha sido grandiosa en el diseño y construcción de Payandé. Y resulta que muchos de los socios de Payandé, que está en el Valle del río Tobia a 75 kms de Bogotá a 760 metros del nivel del mar con temperatura promedio de 26ºC, también son miembros de Los Lagartos, y cuando Los Lagartos decidieron renovar su cancha David Gutiérrez, vieron 10 o 12 diseñadores, pero como muchos les gustaba Payandé, resultó que fui seleccionado. A la fecha he diseñado unas 100 canchas de golf, y diría que ésta está entre las primeras dos o tres que he hecho.”
¿Qué es el ambiente para ti?
– “Una de las primeras cosas que aprendí, es nunca vayas a un proyecto con ideas preconcebidas. Y lo que se debe hacer es estudiar el clima, la vegetación, y tratar de crear una cancha de golf que esté en armonía con el ambiente. Es bueno para el juego de golf, para los dueños porque es sostenible y compatible. Por lo que siempre trabajamos con lo que tenemos en el pedazo de tierra, opuesto a forzar algo que no pertenece, que no concuerda..”
¿Qué importancia tienen las flores y la fauna dentro de este escenario?
– “Yo miro una cancha de golf también en términos de colores, vemos el verde en los fairways, en los greens, en los árboles, y contrastes es lo que hace las cosas bellas. Y aquí los lagos también son verdes, por lo que hemos hablado con los dueños, y en la etapa de diseño, siempre veo el hoyo en términos de un cuadro de una cámara fotográfica, donde la vegetación encuadra el hoyo siendo el objetivo de la foto. Aquí vimos el proyecto con lo que estudiamos del clima, la flora, la fauna, y aprendimos rápidamente que seleccionando ciertas especies, que una vez establecidas muy pronto requieran mínimo mantenimiento, que podemos crear una cancha de golf que lucen como Augusta todo el año, y aquellos que han ido a Augusta, saben que luce bella durante el Masters, pero el resto del año es grama verde y árboles verdes. Lo que tenemos aquí es muy especial y muy sostenible.”
¿Tu estuviste en Augusta?
-“Si, ese fue uno de los grandes trabajos que tuve cuando estaba con Jack, y restauramos los hoyos 3, 6, 11 y 12, y llegué vivir allá un verano, para supervisar la construcción y la renovación, y básicamente encontramos una mezcla de materiales, y realizamos un sondeo pulgada por pulgada para tener el contorno, quitamos la grama vieja, pusimos los green USGA, e incluso trajimos los más antiguos caddies con 30 años y más en Augusta para colocar la grama nueva de manera de mantener las mismas caídas que tenían antes. Era como restaurar una obra maestra. Pero también tuve la oportunidad de amanecer muy temprano y pasear en un carrito de golf, además de jugar golf todos los días en Augusta.”
¿Cuál es tu sello Scott Miller?
– “Yo no quiero que uno llegue y diga este es un diseño característico de Scott Miller, yo prefiero que la cancha debe responder primero a las necesidades de los dueños, a las de los jugadores, al ambiente, y de hecho pienso que las canchas deben ser orgánicas, por lo que no creo en los hoyos (o canchas) que distinguen la firma de los diseñadores, creo más bien en las cosas más naturales. Ese sería mi sello. Pero luego está la jugabilidad, como instalación para jugar el golf que es, donde no pierdo de vista que 80-90% de los que juegan mis canchas de golf son mayores de 30 de handicap. Para lo cual creamos canchas muy desafiantes pero relativamente fáciles de jugarlas.”
¿Cuál es la visión de la nueva cancha David Gutiérrez?
– “Acabo de hablar con el presidente y vicepresidente, y ellos tienen aprobado un plan a largo plazo de 20 años, y un poco por eso fueron electos en este período, y una de las cosas que tienen en mente es crear un evento como el Masters de Augusta y un recorrido un tanto más difícil, y sería interesante ver como se comparará el ‘Slope Rating’ con las demás canchas de Bogotá, Colombia.”
¿Qué opinión te merece la revista Fairway, próximos a cumplir 18 años saliendo gratuitamente cada dos meses?
– “Con toda la gente con quien hablo, en revistas, promotores y federaciones, todos persiguen llevar los mensajes de golf a un universo más amplio, no sólo Country Club, y por lo que veo ustedes en la revista vienen haciendo esto, que aunque no entiendo muy bien el idioma español, logré apreciar ese enfoque en su revista que es muy actual, donde el golf no le dan el crédito que merece, con temas de hacer el golf más público, haciéndolo más accesible para los de menor poder adquisitivo, y es un juego desafiante, por lo que si hiciéramos instalaciones de 9 hoyos, para atraeríamos más gente joven, y toma tiempo jugar 18 hoyos de golf, y si nos abocáramos más a esos aspectos del golf, estaríamos mucho mejor.”