Tiger calienta las acciones del Masters No. 81
La leyenda viviente de Tiger Woods se ubica de No. 1 en Las Vegas como posible ganador del Masters Tournament en la antesala más anticipada en la reciente historia del primer major del año
Caracas, Venezuela, 19 de Marzo 2018 (www.revistafairway.com).- Créalo o no, el gran Tigre de las praderas verdes del mundo de las pelotas blancas ha regresado, saludable y competitivo, atrayendo a las masas en los eventos donde compita e incrementando los ratings notablemente en la televisión como nos tiene acostumbrado, contra todos los pronósticos, sorprendiendo las probabilidades, su juego está completo, sus estadísticas lo confirman y su magia se ha hecho notar, desde el tee, en los fairways, sobre los greens e incluso saliendo de búnkers y rough, sencillamente, física, técnica y mentalmente, Tiger Woods está de vuelta.
El golfista de 42 años con cuatro separadas cirugías en la espalda, quien la última vez que ganó un torneo de golf fue hace cinco años, cuestionado públicamente si regresaría alguna vez a jugar golf profesional de nuevo, ahora los apostadores lo dan de favorito para ganar el Masters Tournament. ¿Lo podrá ganar?
Según el analista Steve Wilson del abc de Australia, “suena improbable, pero el tren de Tiger Woods está en camino,” y es totalmente factible que eso pueda pasar. Si es estimulado por la nostalgia de su mejor época del pasado o si es una evaluación acertada del presente, está abierto a debate, aunque también puede ser una combinación de ambas motivaciones, el romanticismo de ver ganar de nuevo al favorito de todos en su última batalla, al más ganador de la era moderna, tal vez mostró suficiente evidencia en sus más recientes presentaciones como para justificar tal optimismo.
Después de arribar en el 2do lugar en el evento de la pasada semana en el Valspar Championship de PGA en Tampa, y la ronda de apertura de 68 en el Arnold Palmer Invitational, Woods se presenta como una mejor apuesta que el defensor, el español Sergio García, que el No. 1 del mundo Dustin Johnson y que el resto del field para reclamar su 5ta Chaqueta Verde en Augusta National Golf Club. Sus más recientes 18 hoyos, para el momento de esta resumida reflexión, incluyeron un putt de 71 pies (+ 22 metros) que nos recordó otra era, la época dorada de Woods desde tiempo enrarecida con controversias. Hubo de todo, comenzando por la añorada sonrisa blanca y amplia de Tiger, el icónico puño, y los delirantes fanáticos bregando, tanto la bola en el hoyo, como su autógrafo en la memorabilia favorita.
“Yo jugué con Tiger en el Hero World Challenge en Bahamas en diciembre, y puedo decir directamente que él está más que listo, ha trabajado más su juego, luce más saludable y estaba entusiasmado por competir de nuevo,” manifestó el sueco Henrik Stenson, a cinco golpes de distancia de Woods para el domingo 18 de marzo en el Arnold Palmer Invitational, agregando, “Pienso que está totalmente a la vista para mi, comparado con los otros regresos cuando no estaba suficientemente saludable.”
“El levantamiento y la caída del imperio del hombre ha sido muy bien documentado,” acierta Wilson en su publicación, donde la sublime figura de esta disciplina deportiva por más de una década, ha asegurado 79 victorias en el PGA Tour (Líder Sam Snead/ 82) y 14 de ellos son majors entre 1996 y 2013 (Líder Jack Nicklaus/ 18). “Luego vino la implosión en su vida privada,” insiste Wlson, “el rompimiento de su matrimonio y las batallas por las drogas con prescripción. Tuvo que reconstruir su vida, ha tratado lo mismo con su cuerpo y su juego. Largamente sin mucho efecto. Hasta ahora. Ahora vemos disparos en el green que sugieren que todavía es posible.”
Tal vez un poco prematuro, sus declaraciones denotan seguridad y confianza, como claro en sus limitaciones y sus recursos, sin embargo, la mayoría de sus seguidores, los organizadores del evento, como aquellos encargados de la venta de los derechos de televisión, no sólo lo creen muy posible, sino que lo desean profundamente. Woods no ha ganado un major desde el 2008, y la última vez que ganó en Augusta fue en el 2005. Los conocedores piensan que esos tiros de recuperación lucen más saludable que nunca, pero no ha pasado suficiente tiempo como para confirmar que su renacimiento sea creíble a largo plazo. Su cuerpo, sin embargo, independientemente de cuan bien pueda lucir _apreciablemente más delgado y libre de movimiento, nunca más será lo que era. “Pero hay factores en su favor que demandan una seria consideración. Llámenlo el ‘Factor Tiger.’ Tan efímero como ese concepto pueda lucir, lleva bastante peso,” destaca Wilson en su artículo.
“A veces es difícil callar todo el ruido y escuchar con claridad sólo lo que el jugador Woods tiene en su puño,” insiste Wilson, agregando, “Justin Rose es visto como un genuino contendor para la ‘Chaqueta Verde’ de este año después de registrar 10 Top-10 en el Tour en fila en la temporada pasada. Woods acumuló 12 a lo largo del 2006 y 2007, nueve de ellos fueron victorias. El brillo de los 14 majors se han puesto un poco aburrido, reducido un poco por lo que él era y no por lo que es. Sin embargo, nadie ha llegado cerca de su era de dominación.”
“Ahora, imaginémonos por un momento,” nos comenta Wilson, “Woods siendo parte de la última partida en Augusta National, con el acecho de su presencia en los líderes en sus espaldas, con un público volcado a su favor en todo momento. Johnson, Jordan Spieth, Justin Thomas y Jon Rahm son estupendos golfistas, pero de estar en esas circunstancias, se encontrarían en territorio desconocido, con un Tigre en corriendo detrás de ellos, en cuyo caso se les perdonaría por marchitarse ante tal presión, apartando que él (Tiger) ama Augusta, con cuatro victorias ha tenido sus mejores momentos, donde incluso si su poder declinara, sólo dos veces en las últimas nueve apariciones terminó fuera del Top-6. ”
Los desafiantes greens exigen más juego corto de los jugadores que el disparo desde el tee, dados los generosos fairways y sin un rough penalizante que iguala las cosas entre los pegadores fuertes y aquellos, como la nueva versión de Woods, cuyo driver no es precisamente uno de sus fuertes. “Por otro lado,” expone Wilson, “Thomas, Johnson, Spieth y un Rahm en condiciones, serían los contendores a derrotar sin la edad encima, remendada con una rodilla reconstruida y varias operaciones en la espalda podrían considerarse sus iguales, apartando que ellos se beneficiarán de la obsesión de los medios por Woods, les permitiría dedicarse a su negocio sin tanto escrutinio que tuvieran de no estar Tiger.”
Sin embargo, “la conversación es sobre Tiger Woods,” continúa Wilson, lo cual de por si ya “es una transformación excepcional, tomando que hasta hace poco se escribían obituarios sobre su destino en cada intento fallido de su retorno. “Ustedes están preguntando diferentes preguntas de la primera vez que regresé y no fue hace mucho tiempo atrás _hace un par de meses, y la narrativa ha cambiado completamente,” destacó Woods esta semana en el Arnold Palmer Invitational en Orlando. Sus fanáticos y los apostadores de Las Vegas, están queriendo más, y de nuevo, de que tengan la razón, sigue siendo un tema a debatir. De cualquier modo, la parpadeante llama de Woods, hace tiempo pensada extinguida, incluso si no es más que eso, hace de éste uno de los más anticipados Masters de los últimos tiempos,” concluye Wilson en su exposición sobre el favoritismo de Tiger para esta edición del primer major del año.
Woods terminó su actuación en el 2018 Arnold Palmer Invitational con ronda final de 69 (-3), de lo que pudo haber sido mucho menos. Tiger iba en 5 bajo-par por el hoyo 15, con 6 birdies era la ronda del día en ese momento, poniéndose a un golpe de los co-líderes Rory McIlroy y Henrik Stenson, pero su disparo out-of-bound en el 16 terminaron con sus aspiraciones al 9no título de este evento, seguido del tercer bogey en el 17. “Me agarró el hoyo. No había decidido lo que iba a hacer,” declaró Woods al terminar el domingo en Orlando, completando, “Si le pagaba al driver tenía que ser a-la-medida, tenía que cortarla. Y eso estaba atrás en mi mente, y me decía, ¿porqué no le pego por encima mejor? Y terminó siendo como 315 o 320 yardas con la rodada, y me salí, pegué un mal tiro. Ese error es mío por no comprometerme.”
Tiger cerró con 278 (-10/ 68-72-69-69) en la semana para empatar el 5to lugar de la edición número 40 de este evento (edición 52 en su historia) en la cancha de Bay Hill Club & Lodge par-72, una de las joyas del calendario del PGA TOUR y uno de los eventos más respetados del circuito por llevar el nombre de esa gran leyenda del golf mundial, acumulando un total de 20 birdies en la semana, enfrentado a 7 bogeys y un doble el primer día, terminó E1 en birdies en los par-5 esta semana (12), así como estuvo 2do en strokes ganados alrededor del green (4.346).
“Si Uds. me hubieran dado esta oportunidad en diciembre o en enero, la hubiera tomado sin pensarlo,” dijo Woods sobre su juego en el último mes, “todo era desconocido, Yo no sabía cómo me iba sentir, qué era lo que iba hacer, qué swing iba hacer. Especialmente en Torrey Pines, ¿volvería el rough a causarme el mismo dolor del año pasado?, no lo se. Pero habiendo pasado por eso he mejorado algo, más afinado y he trabajado mi ascenso en la cartelera en dos semanas seguidas y tuve el chance en ambas, lo cual es muy agradable.”
De esta manera, Tiger Woods entrará al Masters de favorito No. 1 con 3 Top-12 (E12 Honda Classic, E2 Valspar y E5 Arnold Palmer Inv) en sus últimas tres presentaciones, algo que no pasaba desde el 2008, con lo cual se coloca en el puesto 35 de la Copa FedEx con $ 1.121.685, como resultado de cinco eventos en lo que va de año, pasando el corte en cuatro de ellos, con 4 Top-25, actualmente ubicado de 5to en lo que va de temporada en score promedio con 69.474 (17 Rds/ Mejor 67 en Valspar), sin embargo, aunque asciende en el OWGR, se ubica en el puesto 149 a la fecha.
Destacan dos cifras sobremanera a favor de Tiger, ambas en la 3ra ronda del sábado 24 de febrero del Honda Classic, la primera es que ese día se disparó un tiro desde el tee del hoyo 10 de 361 yardas, sumamente respetable para un adulto de 42 años con cuatro cirugías en la espalda, y la segunda del mismo día, es el registro de la velocidad de 128.42 mph en la cabeza del driver, liderando ese departamento en el PGA Tour desde que se lleva ese registro en el 2007, y en promedio, la velocidad del swing de Tiger esta temporada se ubica en el puesto 4to, detrás de Brandon Hagy (No. 1), Keith Michell (No. 2) y Tony Finau (No. 3), delante de Dustin Johnson (No. 5) y Rory McIlroy (No. 6), estadística respetablemente curiosa. Tiger también se le observó una destacada actuación en el Honda Classic liderando el segmento de la proximidad al hoyo (29’3”), mostrando gran habilidad con los hierros, así como se mostró muy sólido en los puntos ganados yendo a green, como putting.
Fuentes: PGA Tour / ABC Australia / CBS Sports / Golf Digest