Tiger Woods se quedó a un golpe de forzar el playoff en el Valspar
Tiger Woods es un mago. De los buenos. De los que no esperas. De los que sabes que antes o después te hará el truco, te dejará con la boca abierta, que te mantiene en vilo y aún así, siempre, te acaba sorprendiendo. Lo ha vuelto a hacer en la última ronda del Valspar Championship, en el Copperhead Course del Innisbrook Resort.
No, Tiger no estuvo tan fino como en los primeros días, no pegó golpes tan buenos ni precisos, ni siquiera estuvo especialmente inspirado con el putter, y aún así, se las arregló para sobrevivir durante 16 hoyos, sin especiales apuros todo sea dicho, pero casi siempre por detrás. Cuando parecía que estaba entregado, acabó poniendo boca abajo todo el estado de Florida al embocar un putt imposible en el hoyo 17 (casi 14 metros). Otro fogonazo. Otro recuerdo del gran e increíble Woods. Otra muestra de que está de vuelta y de que sí, señores, si su espalda no dice lo contrario, ha vuelto para quedarse.
El putt imposible del hoyo 17 es otro viaje en el tiempo hacia el gran e increíble Tiger Woods
TIGER WOODS!!!!!
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— PGA TOUR (@PGATOUR) March 11, 2018
Tiger tuvo un putt de birdie de algo más de diez metros en el hoyo 18 para empatar con Paul Casey y salir al desempate. Estuvo más cerca del triunfo de lo que cualquier iluminado hubiera podido predecir hace poco más de un mes. Si nos vamos algo más atrás en el tiempo, directamente el profeta de turno habría sido tachado de lunático. Sólo una vuelta genial del jugador inglés pudo evitar que la ‘Tigermanía’ enloqueciese de manera ya definitiva. Porque sí, la ‘Tigermanía’ ha vuelto. Se hizo presente en la última ronda del Valspar, con una afluencia extraordinaria, se dejó sentir en la televisión y, por supuesto, es abrumadora en las redes sociales. Es lógica porque hablamos de un genio, pero incluso a veces resulta excesiva y hasta ofensiva para el resto de jugadores. Ni todos los golpes de Tiger son la quintaesencia de este deporte, ni el resto de jugadores son meras comparsas a los que ningunear a capricho.
La ‘Tigermanía’ ha vuelto con fuerza, aunque en ocasiones resulte excesiva y hasta ofensiva
Lo ha hecho hoy Paul Casey, por ejemplo, es extraordinario. Salía una hora y veinte minutos antes del partido estelar, entregaba una tarjeta con 65 golpes, la mejor del día junto a un sublime también Sergio García, y dejaba puesto en la clasificación un resultado de diez bajo par muy exigente. El gran aliado del inglés este domingo ha sido su putter. Simplemente ha estado estratosférico, primero para hacer los birdies y después para sobrevivir con pares cuando la serpiente empezaba a salir amenazante del pozo. Ha necesitado sólo 21 putts. Arma de precisión.
Casey, que logra su segunda victoria en el PGA Tour con 40 años y nueve después de la primera, colocó un resultado imposible para el resto, y eso que por detrás venían algunos de los mejores jugadores del mundo. Al líder, Corey Conners, se le vino pronto el mundo encima y salió de la ecuación del triunfo rápido, mientras que Patrick Reed, Justin Rose y Tiger Woods se mantenían en la pelea. Mientras Rose se caía antes con dos bogeys en el 12 y 13, Reed y Tiger llegaron hasta el final, los dos vestidos de rojo y negro, aunque de maneras muy distintas. Reed llegó al 18 con -10, empatado con Casey, pero un putt horrible que acabó regresando a sus pies se transformó en un doloroso bogey que lo dejó a un golpe del inglés.
Mientras, Tiger, que no había metido nada durante la ronda, ni había pegado golpes especialmente buenos, emergió rutilante al embocar un putt de más de once metros en el hoyo 17 para salir a uno de Casey en el 18. Lo había vuelto a hacer, aunque esta vez le faltó el remate. Si mantiene este nivel, que nadie lo dude, su triunfo número 80 es sólo cuestión de tiempo. Quizá en Bay Hill la próxima semana…
El domingo del Valspar nos deja también una actuación genial de Sergio García. El de Borriol estuvo muy cerca de hacer algo aún más grande que lo de Casey. Se quedó a un suspiro porque su juego fue un vendaval. Y hablando de gente contenta, qué decir de Thomas Bjorn, capitán del equipo europeo de la Ryder Cup…
Fuente: Ten Golf