Carta al Niño Jesús para el Golf Latinoamericano

Ayúdame a ser un golfista bueno y útil a los demás, pero por sobretodo, ayúdanos a que otros conozcan lo bueno que es este deporte, vengan de donde vengan

Caracas, Venezuela, 24 de diciembre del 2017, (www.RevistaFairway.com).- Hoy es el natalicio de la venida al mundo del Niño Jesús, y sin pedirlo a nadie, nos llega esta carta de Navidad de un niño en el mundo, quien prefiere quedar en el anonimato.

“Querido Niño Jesús, te escribo para contarte que gracias a una gente buena, me han enseñado este juego que llaman Golf, al principio no me llamaba la atención, pero me gustaba el reto de aprenderlo a jugar y a jugar bien.”

“Inicialmente, creía que podía manejarlo fácilmente, pero a medida que lo fui aprendiendo, me di cuenta que todo lo contrario, que es un juego muy difícil de manejarlo como uno quiere, que son muchas cosas que hay que estar pendiente, pero también me he dado cuenta que mientras más lo práctico las cosas se me hacen más fácil, y de pronto, empecé a darme cuenta que el golf también enseña otras cosas distintas al juego, que le enseña a uno a ser humilde, a ser competitivo, a apreciar más la vida, la naturaleza y los animales, donde tienes que ser honesto, caballeroso, responsable y justo, enseñando valores y principios, y te das cuenta que amas este deporte por muchas cosas.”

“Lo que quisiera pedirte Niño Jesús es que ayudes a los que no tienen a que puedan conocer el Golf, que pueden entender de lo que hablo, que puedan ser mejores seres humanos gracias al golf y a la gente buena que lo hace posible, clubes de golf e instalaciones deportivas, dirigentes, medios y golfistas en general, así como un Gobierno que facilite no sólo la práctica de este deporte en todo el territorio nacional, sino que lo fomente y apoye al golf nacional y a los equipos nacionales que representan al país en el exterior, aquellos que ya empezaron a traer medallas a sus respectivos países, y que ya comenzaron a palpar los resultados de un deporte íntegro, formadores de atletas y buenos ciudadanos, elevado a la arena Olímpica por todos sus cualidades, competitividad y proyección mundial indiscutible en ambos géneros.”

“Mejor que todo Niño Jesús, este deporte me ha ayudado a tener más sensibilidad con la vida y con los que menos tienen, me ha hecho entender muchas cosas que antes ni siquiera las había considerado, me ha hecho más realista, más con los pies en la Tierra, más en el presente, pero con la capacidad de ver lo que tengo por delante, de buscar las mejores y más prácticas soluciones, dentro y fuera del campo, y lo más difícil de todo, me ha hecho aceptar mis errores, entender cómo se producen, y muchas veces he tenido que pedir disculpas por las cosas que he hecho yo, dentro y fuera del campo también, porque si no estoy bien con mi conciencia, no puedo jugar bien, me cuesta mucho más concentrarme, me siento falso. Todo esto me ha ayudado este deporte, que es un juego maravilloso, lleno de vida y salud, no me cansa nunca, porque me gusta tanto, que puedo ser yo mismo, puedo la persona que me gusta ser, aquella que haces las cosas bien, que piensa primero en los demás y luego en si mismo. Gracias Niño Jesús.”

“Quiero me ayudes a ser no sólo mejor golfista, sino también un mejor ser humano, para eso me ayude a jugar mejor y puede llegar lejos, tan lejos como lo hizo el venezolano Jhonattan Vegas, el colombiano Camilo Villegas, la panameña Laura Restrepo, el español Sergio García, la gran Lorena Ochoa o el mismito argentino Roberto De Vicenzo, y si no, no importa, quiero ser un golfista bueno y que piensa en su país y en Latinoamérica, que entiende lo que escribo y que nos ayude a hacer grande al Golf Latinoamericano.”