‘Pigu’ y el todo o nada

‘Pigu’ y el todo o nada

En el mundo del deporte estamos acostumbrados a ver figuras cuyos esfuerzos para llegar a lo más alto de su disciplina han sido impresionantes. Ajustes en su vida social, sentimental, fiestas, familia y demás son algunos de los sacrificios conocidos.

Pero esa fórmula no funciona de la misma manera para todos. En ese grupo más reducido es donde podemos encontrar a Andrés Romero, quien sin lugar a dudas no es un deportista común y corriente.

“Pigu”, con su estilo particular de llevar su carrera, ha demostrado que dentro de la inconsistencia a veces se ven los rayos del triunfo. De la nada apareció para clasificar al US Open y ganar de forma espectacular el BMW International Open, torneo donde demostró que es un golfista único.

Claro, muchos decaen en su nivel la semana siguiente a ganar un título importante. Esa sensación de sentirse “desinflado” es parte de la naturaleza humana. Pero Andrés realmente pasó de la punta al último lugar de la tabla en cuestión de días, ya que terminó penúltimo en el Open de France con un total de +17.

Sí, de -17 pasó a +17. Algo muy de “Pigu”, ¿o no?

Pero ese es el Romero que a muchos nos gusta. Un “Pigu” que es impredecible, que juega mejor cuando menos piensa y que también desplega su mejor nivel cuando los torneos son más importantes. Pero, ¿es recomendable seguir su camino de ser un golfista “de todo o nada”?

Probablemente no, porque tener el talento que posee Andrés es difícil. De todos modos, a él le brinda muy buenos frutos la mayoría del tiempo. Después de todo, es muchísimo mejor ganar un torneo y culminar último en otro que terminar en el puesto 40° dos semanas en fila.

Todos saben que Andrés es una persona que, en muchas ocasiones, no ha enfocado su atención ni su inmenso talento a crecer consistentemente en este deporte. “Pigu” es un tipo querido por todos que a veces invierte mayor parte de su tiempo en disfrutar con sus amistades en lugar de practicar en el driving range. Sin embargo, lo más curioso en este caso es que el tucumano rompió su molde previo al BMW International Open: esto porque hace unas semanas que se puso en contacto para ser entrenado por Mariano Bartolomé, alianza que brindó frutos inmediatos.

Estas nuevas ganas de mejorar le dieron a Romero una nueva oportunidad en su vida deportiva. Sin tarjeta completa en el PGA Tour desde el famoso incidente del puñetazo al cartel del Barracuda Championship en 2015, el “Pigu” no rindió bien en el Web.com Tour antes de obtener estatus inmediato en el European Tour con su triunfo en Alemania.

“Este es un momento que cambia mi vida”, dijo Romero después de ganar en Munich, apenas unos meses después de decir que se “aburría” en el Web.com Tour  y que esa gira no le llamaba la atención.

Ojalá que estas nuevas ganas de trabajar nos traigan de vuelta a un “Pigu” que perfectamente podría pelear un major como lo hizo en el Open Championship 2017.

Así es “Pigu”: todo una semana y nada en la otra. Pero eso es lo que lo hace tan genial e impredecible.

 

FuenteNina María Iniestra de la RivaGolf Channel Latinoamérica – Foto: Golfweek

 
 
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