Saber respetar los roles, una fórmula del éxito en la formación de nuestros golfista

Saber respetar los roles, una fórmula del éxito en la formación de nuestros golfista

Detrás de cada jugador exitoso hay un importante equipo de colaboradores

Detrás de todo gran jugador, de las figuras del golf mundial y de los deportistas que se destacan están una serie de personas que resultan fundamentales en la consecución de metas y resultados. Se hace evidente en las entrevistas y en las declaraciones de estas estrellas, cuando agradecen a ‘su equipo’, a sus colaboradores sin los que, según los propios deportistas, no hubieran cumplir los objetivos.

Así como en un deporte de conjunto como el fútbol, el baloncesto o el béisbol los logros se obtienen en grupo, en el golf si bien es el jugador es el que triunfa, también parte del éxito recae sobre las personas que de una u otra forma los empujan a mejorar, a encontrar la disciplina y el sacrificio que implica el acariciar un ideal de triunfo en un deporte como el golf.

Y como tal, como parte de un equipo, resulta fundamental que cada miembro de este grupo entienda que debe cumplir un rol determinado y mantenerse dentro del mismo, sin asumir otras posiciones en el ‘equipo’. Manteniendo la analogía con el fútbol, el arquero debe ser siempre el arquero y el delantero, el delantero. Cuando alguno de los dos se sale de su papel, o bien el guardameta abandona el área o el delantero busca tapar el balón con las manos, casi siempre genera situaciones de riesgo, de peligro que pueden llevar a perder un partido o a desestabilizar a los compañeros.

Por eso, es fundamental entender que si cada parte del engranaje cumple con su tarea el beneficiado va a ser el deportista, el niño al que todos queremos ver triunfar y disfrutar en este exigente deporte.

El objetivo de los padres y familiares, entrenadores, instructores y en algunos casos nutricionistas, psicólogos e inclusive el mismo club y la Fedegolf es crear el mejor ambiente posible para que el pequeño deportista desarrolle al máximo su potencial tanto personal como deportivo, siendo cómplices de sus más grandes sueños y animadores de su crecimiento.

Por ejemplo, el o los padres deben ser los responsables de propender por entregarle al niño las mejores herramientas para poder jugar, de darle las oportunidades. Por supuesto, es él el primer psicólogo, el primer entrenador o el primer consejero cuando se inicia en todo este proceso, pero en un momento el golf mismo comienza a abrir esos espacios y roles en los que se van involucrando cada vez más personas.

El niño golfista necesita ver a su padre como su padre, como el papá en casa, en el campo de golf y en la vida misma. Un padre que no lo juzgue o que lo controle. Que finalmente lo valore por lo que es y no por sus resultados.

El profesor o instructor debe encargarse del aspecto técnico del deporte, del crecimiento como golfista dentro del campo. El nutricionista debe concentrarse en mejorar el aspecto físico desde adentro y el psicólogo debe trabajar la parte mental y social. Si se analiza, ningún rol toca o se involucra con el otro, lo que garantiza un ambiente sano para el libre desarrollo del jugador.

 

Fuente: Federación Colombiana de Golf

 
 
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