“Es necesario incentivar a empresas y Gobierno para patrocinar el Golf…”

Jorge Loaiza

Por Dayana Vásquez

Manifestó Jorge Loaiza, Presidente de Mantarraya Golf Club by Royal Decamerón, Asesor del Presidente del Royal Decamerón y Directivo representante de su cancha en APAGOLF (Asociación de Golf de Panamá); nunca imaginó, siendo un deportista activo (beisbol, basquetbol, tiro de bala y jabalina, entre otros), que sería el golf, entre todos los deportes, el que definiría gran parte de su vida personal y profesional

Comenzamos hablando sobre la historia del golf en Panamá, ya que él es un apasionado y tiene un gran interés en que ésta se documente, ya que los muchachos de hoy en día, no tienen idea, de lo que alguna vez fue una época de oro de este deporte en nuestro país, cuando jugadores de la talla de Arnold Palmer, Lee Trevino, Roberto De Vicenzo, ‘Chichi’ Rodríguez, entre otros venían a Panamá a jugar teniendo varios de ellos, historias muy interesantes ligadas a suelo panameño; todo ello impulsado por la influencia de los estadounidenses en nuestro país, a lo largo de todo el siglo XX aunque esta cultura comenzó a perderse a mediados de los años ’80 cuando la situación política del país, hizo que el golf entrara en decrecimiento. Esto volvió a cambiar a mediados de la década del 2000 cuando se crea la Comisión Sub-18 de la Asociación de Golf de Panamá quienes se encargan única y exclusivamente a asuntos relativos a golf infantil y juvenil y que pocos años después ha dado frutos en muchachos como, Omar Tejeira y Margine Argüello, etc.

Todo comenzó por allá por el año 1968 cuando ‘Georgie’, como lo conocemos todos en el mundo del golf tenía 28 años y su gran amigo, JJ Amado III lo invitó a jugar golf en la antigua cancha del Club de Golf de Panamá, ubicada en aquel entonces en Vía Porras y él contesta: “ ¡Golf! Eso es un juego de viejo correteando una pelotita toda la tarde; no, ven acá, yo soy un atleta, yo no me voy a prestar para eso”, pero JJ fue insistente y finalmente lo convenció. Luego, estando en el Club; Jimmy De La Guardia (Q.E.P.D.) _quien fuese su padrino de bodas, le señaló que no estaba vestido para la ocasión (jeans y camisa) a lo que él (Jorge), contestó: “tío Jimmy, esto es un juego de tontos, que cara… José, pon una bola ahí y van a ver…! Por favor, siendo yo beisbolista…Y entonces, con el swing de beisbol, tenía que mandar la bola hacia un lado, y la mandé hacia el otro.” Entonces, sus amigos se reían de él, lo que hizo que cada vez quisiera pegarle más duro a la bola y mientras más fuerte le pegaba, era peor, más se desviaba.

Fue así como el golf se convirtió en un reto personal para Loaiza, ya que ahora, era cuestión de honor deportivo, dominar aquella “pelotita correteada por viejos pendejos.” Un caddie fue su maestro, sin embargo, recomienda que siempre se aprenda con un profesional ya que atribuye que su hándicap no baje de 10, al hecho de nunca haber aprendido con técnicas dadas por un Pro.

En esta primera época del golf en Panamá las canchas eran de diseños simples sin lagos, trampas y demás; cuando en el Club de Golf habían apenas 125 socios y que lo mejor de aquello, era que al terminar, “todos se sentaban en una misma mesa, como una familia: Presidentes, ex-Presidentes, Ministros, gerentes generales de compañía, que era quienes jugaban golf…que yo cuando fui la primera vez me dio pena.” De allí surgieron los “sixsomes” (grupos de 6), ya que eran tan pocos los que jugaban que muchas veces no llegaban a los 8 jugadores, por lo que tenían que hacer grupos de 6 golfistas ó los 2 que quedaban por fuera del “foursome” no podían jugar. Cuando la cancha se muda a Cerro Viento, deja el golf, ya que se perdió mucho de ese ambiente que había en el viejo Club de Vía Porras, además de que la distancia implicaba mucho más tiempo, y empezó a jugar tenis. Años después, un amigo le regala una bolsa de golf y aunque sentía que el tenis le daba las condiciones de atleta que buscaba, le “volvió a picar el bichito.”

Entonces, por cosas del destino quedó siendo el Presidente de una cancha de golf, lo cual para él es una de las mejores cosas que le ha podido pasar en la vida y considera que es de las mejores experiencias que puede tener cualquier aficionado al golf. Su labor aunque no es de day to day, a excepción de cuando murió el Sr. Enrique Serra (Q. E. P. D.), quien fuese el Superintendente y Director de Golf de Mantarraya Golf Club hasta hace pocos meses; es muy gratificante, ya que debe inspeccionar la labor de los cargos mencionados, justificar el presupuesto y presentar informes ante la junta directiva de la empresa; lo que para él es lo mejor del mundo, además de ser la excusa ideal para irse a jugar los jueves, ya que es parte de su trabajo. “Manejar una cancha de golf es complicado, ya que solamente el mantenimiento, cuesta entre $800,000 y $1, 000,000 de dólares al año, sin mencionar la parte operativa y logística de la misma; además de las ventas, la administración, el mercadeo, etc.,” destacó Loaiza.

Al preguntarle si tuvo algo que ver con que en Royal Decamerón se construyera una cancha de golf, contestó que no, que eso fue una de las condiciones que el gobierno puso para aprobar el proyecto, ya que los terrenos pertenecían al Estado. Que la visión fue del Sr. César Tribaldos, en ese momento Director del Instituto Panameño de Turismo (ahora Autoridad de Turismo de Panamá). Y que de hecho, que convencer a Lucio García, Presidente de Hoteles Decamerón, de que ese era el camino, y no fue fácil, hasta argumentar que la construcción de la cancha se justificaba con el retorno de inversión que se obtendría con el desarrollo inmobiliario paralelo, lo que probó haber sido muy acertado, cuando hoy en día están construyendo la novena etapa del proyecto llamada “La Ribiera.”

Entonces, ¿cómo es su historia con el Royal Decamerón?.- “Tal como dije anteriormente, fue algo del destino, y también tiene que ver con mi amigo, el Sr. Tribaldos, quien me había pedido que trabajara con él, en Mercadeo dentro del Instituto, por mi experiencia en años anteriores como Gerente del mismo departamento en la institución.” Es aquí cuando la historia anterior se cruza con la de él, ya que estando trabajando para el IPAT, le tocó ir a FITUR (Feria Internacional de Turismo) y fue ahí donde conoció al Sr. Lucio García y lo invitó a venir a Panamá, y aunque éste, en un principio estaba renuente debido a malas experiencias en el pasado, finalmente aceptó y luego de todo el proceso de negociación que culminó con la aceptación del proyecto por las partes (gobierno e inversionistas), el Sr. García le ofreció que al terminar su contrato (Un año) se fuera a trabajar con él, y al culminar el período se incorporó inmediatamente a Hoteles Decamerón; lo cual, de una manera u otra, le hace sentir orgulloso, ya que fue la oportunidad para ser parte del equipo de pioneros que han impulsado esta nueva etapa del desarrollo del golf en Panamá porque en aquel entonces, cuando ellos empezaron, sólo había 2 canchas en el área del pacífico y hoy hay 5.

Por otro lado, sobre las perspectivas de Hoteles Decamerón respecto al turismo de golf, la estrategia utilizada a través de la compañía RCI consiste en traer vuelos charters desde Canadá en la temporada noviembre – abril, ha sido funcional y exitosa al copar el cupo del período. De hecho, tienen clientes que han regresado 7 y 8 veces, y durante este período es muy difícil conseguir tee times y/o habitaciones. Fuera de la temporada alta de turismo, se manejan con turistas de otros destinos, como Colombia y Puerto Rico; además de los residentes, invitados y jugadores nacionales, que en general son socios de canchas de la ciudad donde las lluvias de la época no permiten jugar.

Con respecto al turismo de golf en Panamá y los retos que enfrentamos para lograr que nos identifiquen internacionalmente en este segmento dijo: “los destinos de golf se crean, hay que tener conciencia de golfista, hace 10 años la misma Autoridad de Turismo no creía en eso porque lo consideraban un deporte élite, a lo que los defensores de la materia contestábamos que todo el mundo anda detrás del golfista, ya que es un gran turista, con alto poder adquisitivo, y lo mejor de todo, consumidor…Ahora, con el paso del tiempo, tanto inversionistas como el gobierno, se han dado cuenta que es algo realmente rentable y atractivo, ya que los jugadores de golf siempre están en busca de nuevos destinos. Lo que hace falta ahora es poder consolidar una oferta conjunta de las canchas de la playa y/o la ciudad para poder ofrecerlo internacionalmente.” Y añade, que para competir con otros destinos de la región, como Rep. Dominicana, Vallarta, Cancún, etc.; los centros turísticos que ofrecen facilidades de golf, también deben ofrecer alternativas de entretenimiento, como es el caso del Royal Decameron hasta ahora, que cuentan con casino, discoteca, shows nocturnos, SPA, gimnasio, playa, piscinas, en fin, de todo lo que alguien necesita para divertirse.

En otro orden de ideas, Loaiza considera que este es también uno de los éxitos que han tenido en el aspecto inmobiliario, donde también son canadienses la mayoría de los propietarios de las viviendas; porque además de las ventajas que tiene Panamá para jubilados (descuentos y beneficios en productos, servicios e impuestos), el poder vivir en un lugar apartado de la ciudad, que a la vez está poco más de 1 hora, en caso de necesitar viajar, y donde hay múltiples ofertas de diversión y entretenimiento, han sido parte clave de esta oferta ganadora.

Antes de concluir, nos agregó que considera es muy buena la labor que realiza APAGOLF Sub-18 con los semilleros y rankings, desde su perspectiva como representante por Mantarraya en la Directiva de APAGOLF, pero que es necesario concientizar un poco más a las empresas y al gobierno, a fin de conseguir patrocinios que permitan expandir la labor y llegar cada día a más y más niños.

Finalmente, le preguntamos su opinión sobre la revista Fairway–Panamá, a lo que contestó que considera que es algo muy bueno, y lo que se necesita actualmente, ya que a través de medios como éste es que las personas se educan respecto al tema, como también es bueno para que los entendidos en la materia aprendan más y que aquellos que no conocen se enriquezcan de una manera amena y entretenida.