Panamá es el alumno aventajado de la economía latinoamericana
En todos los índices de crecimiento y desarrollo Panamá aparece en un lugar privilegiado y para muchos analistas es ya la gran esperanza de América Latina.
Panamá es una de las grandes esperanzas económicas de América Latina. El que ya se conoce como «milagro panameño» es un conjunto de factores macreoeconómicos y microeconómicos que convergen en un desarrollo sólido y con previsión de largo recorrido. Mientras que la inversión extranjera directa ha descendido en América Latina en general, Panamá y Colombia han sido los países que más han crecido en la región, ya que cada uno tuvo un aumento de 15,9% en 2016, en comparación con el año anterior. Brasil, Paraguay y Costa Rica fueron los otros países que tuvieron un crecimiento de la inversión extranjera directa de 5,7%, 5,1% y 1,1% respectivamente, según la Comisión Económica para América Latina de las Naciones Unidas. La inversión exterior para América Latina totalizó 167.000 millones de dólares el año pasado, una disminución de 7.9% a partir de 2015, y 17% menos que la cifra máxima alcanzada en 2011.
Se espera que la inversión directa en América Latina experimente una caída adicional del 5% este año, en gran medida como resultado de una mala preparación para los desafíos tecnológicos, según ha reconocido Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión. El fuerte desempeño de Panamá se basa en ventajas logísticas que ofrece a los inversores extranjeros, incluyendo un aeropuerto internacional y un canal recién ampliado, vinculado a las mayores zonas francas de América Latina. Las fortalezas de Costa Rica incluyen, por su parte, la percepción de una fuerza de trabajo bien formada, una clase directiva competente y un sistema político estable.
Para el profesor de Harvard, Ricardo Hausmann, «lo que Panamá muestra al resto de Latinoamérica es que para crecer significativamente, es necesario importar talento -explicó Hausmann, quien recordó que así es como países como los EE.UU. han logrado ganar en ventaja competitiva”. El profesor universitario recuerda que a diferencia del resto de América Latina, Panamá y Costa Rica son un caso un atípico en la región. «El boom económico de Panamá ha atraído a una cantidad significativa de inmigración, a pesar de que la ley casi lo prohíbe, por lo que han estado buscando maneras a su alrededor. Lo que el país ha demostrado es que para crecer significativamente, es necesario importar talento».
Las expectativas de crecimiento de Panamá invitan al optimismo
En todos los índices de crecimiento y desarrollo Panamá aparece en un lugar privilegiado y para muchos analistas es ya la gran esperanza de América Latina para los próximos años, precisamente en un momento en el que los signos de debilidad de las economías más poderosas, como Brasil, son más que evidentes. El producto interior bruto (PIB) de Panamá puede aumentar entre un 20 % y un 30 % hasta 2030 si el país consigue rentabilizar su posición geográfica y convertirse en un hub logístico de clase mundial, según Felipe Manchón, consultor español contratado por el gobierno panameño para elaborar un plan nacional de logística a largo plazo.
«El principal reto de Panamá es conseguir que las grandes empresas internacionales no se vayan a otros puertos para ahorrarse costes operativos y que apuesten de manera estable y sostenible por el país», señala Manchón. La elaboración de esta estrategia, que se ha financiado parcialmente con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), era una de las grandes demandas de los empresarios del sector, que se han quejado tradicionalmente de que Panamá no termina de sacarle partido a su privilegiada posición geográfica.
Manchón considera que Panamá tiene un «espacio logístico único en Latinoamérica», ya que cuenta con el canal interoceánico, con grandes puertos en los dos océanos, con una conexión aérea de primer nivel gracias al Aeropuerto Internacional de Tocumen y con muchas zonas francas, entre las que destaca la Zona Libre de Colón, considerada la más grande del continente.
No todo son buenos datos, según el último Indice de Condiciones Sistémicas para la Creación de Empresas Dinámicas (Icsed), Panamá ha sido el país de la región que más puestos ha descendido junto a Uruguay y Colombia. En los tres casos, la disminución comienza hacia 2015 luego de tres años de crecimiento”, explicó el informe. Colombia tiene una puntuación de 32,22, al mismo nivel de Uruguay que alcanzó 32,66 o que Costa Rica y México que registraron 32,81 y 32,95, respectivamente. Argentina se ubicó en el tercer lugar detrás de Chile y Brasil en cuanto al ambiente favorable para el surgimiento de emprendimientos de impacto en la creación de valor y empleos, y en el puesto 39 a nivel global. Esto implicó un salto respecto a 2016, cuando el país se ubicó en el puesto 7 del ránking latinoamericano. Este séptimo lugar ahora lo tiene Colombia, que bajó dos posiciones en un año.
El Canal de Panamá como clave de desarrollo comercial
En este contexto de crecimiento hace pocos días se supo que el Canal de Panamá espera que por sus aguas transiten en 2018 más de 400 millones de toneladas, una cifra récord que permitiría aportar al Estado panameño 1.600 millones de dólares. Según las cuentas, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) espera ingresar en el próximo ejercicio 3.037 millones de dólares, de los cuales aportará al Tesoro Nacional 1.659 millones.
Esa buena expectativa se debe a que la ACP proyecta que para 2018 transiten por la ruta «un nuevo récord de 429,4 millones de toneladas con más de 13.000 tránsitos», según un comunicado. El Canal de Panamá, cuyos principales usuarios son Estados Unidos y China, fue ampliado en 2016 para que buques de hasta 14.000 contenedores -el triple de su capacidad anterior- puedan atravesar sus aguas.
Con la ampliación, las autoridades panameñas esperan triplicar en una década los 1.000 millones anuales que recibe del Canal, por el que pasa 5% del comercio marítimo mundial. Desde su inauguración por Estados Unidos en 1914, más de un millón de barcos han pasado por esta ruta marítima, que fue recuperada por Panamá el 31 de diciembre de 1999. Más del 90 por ciento del comercio mundial se mueve hoy a través del transporte marítimo, sin cuya actividad sería imposible mantener las necesidades de los mercados y abaratar el costo de los fletes, según indican los economistas.
Según la Organización Marítima Internacional (OMI), actualmente existen más de 50 mil buques mercantes, registrados en más de 150 naciones, que transportan todo tipo de carga alrededor del orbe bajo estrictas medidas de seguridad, jurídicas y de protección para el medio ambiente.
Relaciones con China
Precisamente en las últimas semanas se ha confirmado el acercamiento de Panamá con China en otros ámbitos económicos al margen del Canal. La vicepresidenta de la república, Isabel De Saint Malo y el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, firmaron la pasada semana un acuerdo bilateral de mecanismo de consultas políticas. El mismo tiene por objetivo fortalecer las relaciones de amistad entre ambos países e incrementar la comprensión mutua, además se realizarán consultas sobre la agenda bilateral en temas de interés común.
Este acuerdo ha ido acompañado de otros acuerdos de marcado carácter comercial. Las transferencias comerciales de China por la compra de productos panameños ascenderán a cerca de 38 millones de dólares ascenderán, tras la firma de 22 tratados en beneficio de ambas naciones. Según el encargado de negocios de la embajada de China en Panamá, Wang Weihua, la nación centroamericana reúne todas las condiciones para brindar una conectividad que favorezca al desarrollo de la economía mundial.
Precisó que los convenios establecidos abarcan temas migratorios, comerciales, culturales y de financiamiento, de los cuales ya firmaron cuatro y 18 quedan pendientes. Entre las rúbricas sobresale el memorándum de entendimiento sobre transporte aéreo, el cual busca definir nuevas rutas de conectividad y a su vez promover el desarrollo comercial y cultural entre ambas naciones y toda la región.
Fuente: PanamericanWolrd