Sara Luciani, la pequeña gigante en el golf
Inició sus primeros pasos a los 3 años, con una vestimenta deportiva en su escuela celebrando el Día del Padre, de allí su tía le compró unos palos de hierro más no profesionales y en el año 2012 inició sus primeras clases de golf en el Club Summit. Del 2014 al 2015 ya formaba parte del Semillero del Club Kiwanis, en la que más de treinta (30) niños formaban parte en sus diferentes categorías, siempre ganó como primer lugar en su categoría de niñas, de la mano, en esos años de los profesores Wilman, William y Jorge.
En enero de 2016 decidimos probar suerte y la inscribimos en el local tour de US Kids Golf para clasificar al mundial de Pinehurst, North Carolina, pero al inicio lo hacíamos como una simple práctica. El requisito principal era obtener una tarjeta con un score mínimo de 48, algo bastante improbable de conseguir, dado que era su primer torneo oficial con un objetivo específico, en la cual se otorgarían cinco (5) oportunidades en cinco (5) diferentes fechas para obtener el score. La pequeña Sara en su primer intento consiguió su tarjeta con un score de 46. Desde allí siguió con las fechas siguientes del local tour para cumplir con los otros requisitos y ha logrado clasificar y asistir dos veces a Pinehurst.
Ya luego en marzo de 2016, los profesores de dos clubes nos dicen que debemos inscribirla en el Ranking de Apagolf 18 y así lo hicimos, ya lleva 2 rankings consecutivos ganados en su categoría.
Sara es una niña inspirada en una película que ya se sabe sus parlamentos “The Short Game” de Netflix, la cual la inspira a lograr ser como esos niños y que siempre se la recomienda a todos los niños que quieran seguir este deporte o ser competitivos en cualquier otra disciplina.
Hace unos años, sus padres le preguntaron: a ver Sara debes decidirte entre el golf y el ballet y su respuesta fue “bailarina hay muchas y golfistas mujeres hay pocas” me quedo en golf y así dejo su academia y solo le quedan sus fotos oficiales que algún día bailó ballet. Sara practica de 2 a 3 veces a la semana con su profesor Jorge Rodriguez y asiste a la gran mayoría de los torneos nacionales y por eso ha tenido que dejar de asistir a cumpleaños de sus amiguitos y seres queridos, inclusive dejar de estar con su mamá en su cumpleaños en una ocasión. Ya su mamá le tiene agendada las fechas de todos los eventos nacionales para cuando la inviten a algo enseguida le dice “que va Sara, te coincide con un torneo”.
Cuando va en un elevador y la gente le dice “tú eres la niña campeona de golf” ella se pone feliz, no es muy expresiva. Y solo luego dice “y quien será esa persona que me conoce”.
Pudimos ver que su desempeño está mejorando, una niña que a los 9 años logre un score en 9 hoyos de 36 y un score de 78 en 18 hoyos es porque le gusta lo que hace y tiene talento.
Este año sus padres ya le han escogido sus viajes internacionales, estará en el Mundial en Pinehurst North Carolina, en el Campeonato del Caribe en Punta Cana y también irá a defender su título en Cancún, México como campeona del Cancún Challenge que ganó el año pasado en muerte súbita y alzo su banderita de Panamá y ganó su status burgundi en US Kids Golf.
Ella disfruta su día a día en el golf, no sabemos si seguirá con este deporte toda su vida, pero al menos un día como hoy disfruta de cada momento y de cada invitación internacional que le hagan llegar y de cada vez que en su momento subía al himno de su escuela Episcopal de Panamá y la dejaban izar la bandera por una medalla o un trofeo de los cuales ya tiene más de 50, pero ya decidió no subir desde hace un año al himno nacional, ya que estaría muy seguido arriba y aburriría a sus compañeros.
Y bueno como dicen papá solo hay uno y eso es para ella su caddie quien es su papá quien entre regaños, risas, abrazos y llantos solo entre ellos y su conexión única comprenden este largo camino sin fin y con muchos obstáculos y vivencias llamado golf.
¡Suerte Sarita! Te deseamos lo mejor, eres un orgullo para tu familia y para los que te queremos.