Donde sólo las águilas se atreven

Donde sólo las águilas se atreven

En las Alturas del Junko Golf Club nace una nueva afición y es compatible con el deporte Olímpico que allí se práctica, motorizada por el Dr. Alfredo Rosas, quien ya tiene registradas 100 especies de aves en ese emblemático club, por ello le rendimos honor a su creador Carlos Eduardo Brigé con este trabajo que dignifica su obra cumbre

Caracas, Venezuela, 16 de Octubre 2018 (www.revistafairway.com).- En la revista Fairway somos amantes del golf, del ambiente y de los seres vivientes que residen en esos parques autosustentables de la práctica de esta disciplina deportiva y Olímpica que llamamos Golf, y siempre que visitamos un campo de golf no sólo ocupamos nuestro tiempo e imágenes en los jugadores, sino que también disfrutamos caminar las canchas para observar las especies del reino animal que allí residen, particularmente, las Aves. 

Una vez que nos enteramos, gracias a la atención del amigo José Ameijeiras, sobre el dedicado y extenso trabajo que viene realizando el profesor Alfredo Rosas (M. Sc., Ph. D. / Uni. Londres), científico de la Universidad de la Simón Bolívar y gran conocedor de Aves que recién organizó el 1er Torneo Aves del Junko el mes pasado, con la identificación, montaje y compartir las Aves que vienen observando en la cancha de golf del Junko Golf Club, un club realmente distinguido por su ubicación como por su historia, con un fundador como Carlos Eduardo Brigé quien creía mucho en el medio ambiente y sus residentes naturales, disfrutándolo plenamente y protegiéndolo desde su creación, cuando pensó en construir una cancha de golf en pleno cerro, sin usar ni un sólo tractor, con animales y el recurso humano de la zona, de manera que nos parece que conversando y conociendo lo que hace y cómo lo hace nos permite honrar la memoria de ese gran hombre que tuvo la visión y la pasión de visualizar la creación de este gran club de golf a media hora del centro de Caracas y con una vista incansable hacia el mar Caribe.

Aguila Penacho

Un gran orgullo tenerlo en nuestras páginas de la revista Fairway, y a continuación, compartimos la conversación con el amigo de las aves, el Dr. Rosas:

¿Quién eres y qué haces?
– “Científico de la Universidad Simón Bolívar. Ph. D. en Química por la Universidad de Londres, con especialidad en Ciencias de los Alimentos. Admirador de las artes, melómano, cocinero, fotógrafo de aves y golfista. Observar las aves es una pasión compartida con mi esposa, Carolina Guerrero, doctora en Ciencias Políticas por la UCV, también profesora titular de la USB; no está interesada en jugar golf, pero me honra ayudándome como caddie en los torneos, lo cual ha enriquecido al más alto nivel mi experiencia golfística.”

¿Cuándo, quién y porqué empezaste a jugar golf?
– “Comenzando lo 70s, durante mis estudios en Londres, solía jugar en Richmond Park Golf Course (campo público con dos campos de 18 hoyos), uno que otro domingo, con quienes coincidiera en el tee a temprana hora de la mañana; eran partidas nada competitivas, de compartir muy amenamente con los vecinos. Pero no fue sino hasta 1998 cuando definitivamente regresé al golf, en Los Anaucos GC.”

Atrapamoscas Picón

¿Cuándo te hiciste socio del JGC y porqué?
– “Una mañana, este mismo mes en el 2011, trotando temprano en el parque de la urbanización Vizcaya, llamó nuestra atención un grupo de tortolitas jugueteando en la grama. De repente descubrimos que a su lado estaban unos canarios y más allá unos chirulíes, un carpintero habado en el árbol a la derecha, junto a una guacamaya que gritaba más que todos los anteriores juntos (más tarde fue que logramos identificar las especies). Por primera vez, pusimos atención a la apreciable cantidad de aves que hay en ese parque ¡y al jolgorio que usualmente tienen armado! En ese momento apareció a nuestro lado Roberto Carletti, colega de la USB, ingeniero, fotógrafo, avezado observador de aves y gran amigo; de lo más entusiasmado al descubrirnos en aquella bucólica escena. Nos invitó a participar en el ‘Avethón de Audubon.’ Allá nos encontramos, me regaló una gorra –que conservo para esos eventos- y hasta el día de hoy se ha instaurado en nosotros el compartir con estos maravillosos compañeros de viaje. Por cierto, el domingo 21 de octubre será el XXII Avethón de Caracas (info@audubonvenezuela.org). Un maratón de observadores de aves que competiremos por el grupo que logre ver el mayor número de especies en la mañana; con reglas similares a las del golf, si dos del grupo dicen haber visto e identificado una especie, se anota en la lista sin ulterior arbitraje; luego premiación, picnic y rifas.”

Sorocua Acollarado Macho

¿Cuándo comenzaste con el hobbie del Avistamiento de Aves y luego en el JGC?
– “Desde hace unos cuatro años. Y del por qué son responsables las aves. En una oportunidad solicité permiso para hospedarnos en el hotel del Junko GC para observar las aves nocturnas de la zona. Como consecuencia inmediata decidimos mudarnos al Junko GC. Y, apenas asociarnos a nuestra nueva casa, propusimos a la Directiva elaborar la colección fotográfica comentada de las Aves del Junko GC. Semanalmente enviamos a los socios las fotos y un breve texto descriptivo de una de nuestras especies. Con ese gesto esperamos contribuir al patrimonio cultural del club y expresar a los socios nuestro agradecimiento por la cálida acogida que aquí hemos recibido. La colección hasta ahora acumulada pueden verla en: https://wordpress11997.wordpress.com/2018/07/31/aguila-de-penacho/.”

Pico Frasco Esmeralda

Para Carolina Guerrero, ¿Cuáles dirías que son las aves más distinguidas y/o destacadas de las que semanalmente visualizan en el JunkoGC, sus costumbres y si son de aquí o vienen de otras latitudes?
– “Me fascina el Pico de Frasco Esmeralda (Aulacorhynchus sulcatus), que es el único tucán que tenemos en la Cordillera de la Costa. También el Sorocuá Acollarado (Trogon collaris), un ave de la familia de los trogones, muy propicia para ejemplificar el dimorfismo sexual en las aves, esto es, los casos en los sexos se diferencian radicalmente por su plumaje. Hemos visto estas especies cientos de veces y me siguen pareciendo rarísimas. Las rapaces son especiales y en el Junko hemos avistado 3 especies de águilas del género Spizaetus: la imponente Águila de Penacho (Spizaetus ornatus), la Blanquinegra y la Tirana; además de gavilanes y halcones. Los cucaracheros y las paraulatas tienen cantos muy melodiosos, adorables. Las tangaras (como Azulejos Montañeros) son muy vistosas. Y los atrapamoscas son un desafío para identificarlos, sutiles las diferencias entre ellos.”

En el Junko hay gran variedad de colibríes, como el Serrano Gargantipunteado (Adelomyia melanogenys), el Coludo Azul (Aglaiocercus kingi) y el Cola de Hoja (Ocreatus underwoodii). Entre los trepadores destaca el Pico de Garfio (Campylorhamphus trochilirostris). Y entre los hormigueros es muy lindo el Ponchito Pechicastaño (Grallaricula ferrugineipectus), difícil de avistar porque siempre está en la maleza. Toparse con el Frutero Cabecileonado (Thlypopsis fulviceps) o el Verdín Montañero (Blue-naped Chlorophonia) alegra el día. El Correporsuelo (Zonotrichia capensis) es abundante, precioso. Y por épocas vemos las nubes de Pericos Chacaracos (Psittacara wagleri), muy escandalosas. Son muchas aves, quisiera nombrarlas todas.

Cardenal Montañero

Aproximadamente entre octubre y mayo llegan a Venezuela las aves migratorias desde Estados Unidos y Canadá. Vienen a resguardarse de las estaciones frías del norte. Con ellas aumenta aún más la espectacularidad de nuestras aves y, claro, la abundancia. En el Junko GC solemos deleitarnos con especies como el Gavilán Bebehumo (Buteo platypterus), la Candelita Migratoria (Setophaga ruticilla), el Cardenal Migratorio (Piranga rubra) y una interesante variedad de reinitas que integran la migración boreal. Y cuando las migratorias del norte regresan a sus tierras, recibimos la migración austral, sólo que es menos abundante que la boreal.”

En tú opinión (Alfredo Rosas), ¿Porqué te gusta jugar golf y al mismo tiempo disfrutar de ver las aves en el camino?
– “El golf es tan absorbente que no se puede jugar y observar las aves, aunque es imposible no escucharlas. Estar consciente de su presencia, de sus cantos y altercados, contribuye a mi serenidad en la cancha y enriquece el día de golf como una copa de vino al cenar.”

Limpiacasa

En tú opinión, ¿Cuál de los clubes de la capital tiene más oportunidad de ver más especies de aves?
– “Las aves se estratifican de acuerdo con la altura, así que es reñida la competencia entre El Junko, de 1000 a 1600 msnm; el Izcaragua, desde 200 msnm hasta sus montañas y Los Anaucos a 800 msnm. Para nosotros Los Anaucos ocupa un lugar privilegiado, porque allí comenzamos esta actividad y por la entusiasta respuesta que nos brindaron los socios al pajarear entre ellos, son muy gratos recuerdos que agradecemos profundamente. Los tres lugares son unos paraísos para las aves, pero pajarear en una cancha de golf en actividad puede ser peligroso, y molesto para los jugadores.”

En una ocasión, en la cancha de LagunitaCC, tuvimos nuestro lifer del Gavilán Maromero, Elanus leucurus. El lifer es, para una persona, el primer avistamiento que hace en su vida de una especie en particular. Algo similar nos ocurrió en la cancha de golf de la isla de Margarita, lifer de Polla de Mangle (Rallus longirostris).”

Reinita Gorro Gris

¿Algo más que agregar?
– “Me resta agradecer esta oportunidad de promover el disfrute y la responsabilidad con estos habitantes de las canchas de golf. Y, la noticia de que el sábado 6 de octubre el club realizó el Torneo Las Aves del Junko GC, para festejar el ave número 100 en la colección. Venezuela es el sexto país del mundo en número de especies de aves. Una riqueza frágil que necesita ser conservada a través del respeto por las aves en libertad y por la preservación de su hábitat, sus bosques y la diversidad de la vegetación.”

 

 
 
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