El score no es todo en el juego
En la disciplina deportiva del golf hay varios actores que intervienen en la película, y aunque la máxima autoridad la llevan las federaciones nacionales en cada país, la responsabilidad de respetar el deporte para crecer no sólo con medallas y trofeos sino con comportamiento y ejemplo debe ser tarea de todos, jugadores y organizadores, clubes y canchas, profesionales y aficionados, así como debe incluir particularmente a los padres y representantes de los menores de edad que recién se incorporan a su práctica, quienes son fieles portadores del ejemplo para con sus hijos y representados.
El mundo del golf es una cadena de actores y ejecutores, directores y coordinadores, estamos todos conectados directa o indirectamente, formamos parte de un todo interconectado, donde el bien de uno es el bien de todos, y el bien de todos repercute en el bien de uno. Asimismo, desafortunadamente, el error, el irrespeto o la falta de cortesía de uno también repercute en el bien de todos, debilita el esfuerzo del conjunto, deteriora la dedicación de una preparación y una dedicación, y afecta el objetivo de la intención primaria y genuina hacia el juego como hacia la competencia misma.
Llegar tarde a un tee afecta el torneo, estropea la partida y molesta a los compañeros, irrespeta el evento, a la organización y al deporte mismo, crea una cadena de acciones contrarias a la intención del encuentro sano y deportivo, porque también afecta los profesionales que trabajan en la cancha de golf, al igual que se ven afectados los patrocinadores de la competencia, de paso el caddie perdió su trabajo del día y el concesionario no generó la venta que trae el jugador en su parada, apartando que el jugador se quedó sin jugar y creo un malestar muchas veces inimaginable.
Muchas veces cuando el juego no sale como uno desea o como espera busca un responsable por las acciones de uno, sea el caddie de turno, la cancha, el jugador que se movió, los organizadores que no pusieron el horario de mi gusto, el sándwich no estuvo a tiempo, el profesor me enredó el swing, estos palos no me sirven o las pelotas están malas, o incluso es culpa de mi esposa (Mamá, hermano, etc.) que no me dejó dormir bien anoche, cuando simplemente no era mi día de juego, no me concentré, no le hago caso a mi instructor de swing con los ejercicios que me recomendó, o no dormí bien anoche porque me acosté tarde.
Cada quien es responsable por su juego, de la misma manera que cada uno es responsable de su swing, pendiente del recorrido de la pequeña bola blanca, pero no podemos perder la perspectiva que no todo es intentar darle menos golpes a la pelota, también hay que ver la cancha, compartir con los compañeros, los caddies, pero aún así, nunca estaremos en capacidad de ver toda la imagen, nunca vemos cuando los trabajadores de la cancha salieron muy temprano para cortar el césped, ni a qué hora salieron los caddies de sus casas para estar a tiempo para la partida, ni los problemas para llegar al club, como tampoco sabremos todo lo que hizo la organización para tener los horarios publicados, ni la hora en que se hizo, y así podemos seguir haciendo un completo recorrido de todas las labores que deben hacerse alrededor de un evento, pequeño o grande, del club, nacional o regional, está lleno de roles y tareas todas importantes, todas formando parte de un todo, con un solo objetivo: organizar un buen evento de golf que cumpla los objetivos.
Caracas, Venezuela, 23 de Octubre 2018
Eduardo Pérez Paris