En un rincón de Yaritagua los niños juegan al Golf
Gracias a la intermediación de Luís Francisco Cabezas se contactó a José Ramón Quero para que nos cubriera la noticia de un caddie de nombre Honorio Pérez que aprendió en el Barquisimeto Golf Club ahora enseña golf una barriada en Yaritagua, Estado Yaracuy
Fotos: Aníbal Quero
Nueva Esperanza, humilde barriada ubicada en la población de Yaritagua, en el occidental estado Yaracuy es testigo silencioso de la inusual actividad que desarrolla un hombre con un grupo de niños. Honorio Pérez, con su rostro endurecido por los años y su exigente profesión de albañil, dedica su tiempo libre a enseñar a los hijos de sus vecinos a jugar al golf en un terreno ubicado en el sector Nueva Esperanza, cerca de La Sabanita.
Conoció el golf a finales de la década de los 70, cuando desempeñó funciones de caddie en el Barquisimeto Golf Club, allí en medio de su trabajo se enamoró del deporte y aprendió a jugarlo.
Desde el año 1.998 Honorio agrupa a niños de la zona y realiza su labor apoyado en un añejo juego de palos y en las pelotas que le regalan viejos conocidos del medio. En la actualidad, entrena alrededor de 15 muchachos y su labor se dificulta en épocas de lluvia porque el monte crece en la improvisada cancha. Lleno de mística, Pérez manifestó al cronista de El Impulso la necesidad de limpiar el terreno para posibilitar la práctica del deporte, evitando así la pérdida de las pocas pelotas con las que cuenta.
Extraordinaria, por decir lo menos, ha sido la labor de Honorio en beneficio de la muchachada de Nueva Esperanza, sitio donde ahora el golf es ampliamente conocido. El rostro del maestro se ilumina cuando nombra a los grandes jugadores de todos los tiempos, y nos habla de Arnold Palmer y Lee Trevino como sus favoritos, igualmente nos menciona, que como amante del golf no deja de leer Fairway cada vez que tiene la oportunidad.
Honorio sueña un área de práctica acondicionada
A principios de año el periodista Hugo J. Boscán, publicó el 16 de marzo en El Impulso un artículo cuyo título decía: “El exclusivo Golf llega a los barrios en Yaritagua,” y allí Honorio comentó sobre los niños, “ellos se emocionan cuando vienen a practicar, cuando hacen swing y van a ver los cerca que ha quedado la pelotita del hoyo imaginario,” como agregó que cree que el golf puede llegar a las clases más desposeídas si son acondicionados espacios para las prácticas que, sin lugar a dudas, atraerán a más niños o jóvenes atraídos por un deporte que hasta ahora pocos lo conocen, y más pocos han tenido la oportunidad de tomar un palo de golf, pero Honorio mantiene la esperanza de que el terreno sea convertido en un área de práctica del golf, acondicionado para ello. Agradecimiento a las fotos de Jairo Nieto.