Jhonattan Vegas: el golfista que lucha contra el régimen de Maduro en Venezuela
El venezolano logró tres títulos en el PGA Tour, pero critica al gobierno de su país, que afectó directamente a la actividad golfística
La debacle política y económica de Venezuela también abrió sus fauces para tragarse al golf de ese país. En las múltiples marchas de protesta de la oposición, que desde abril acrecentaron el número de muertos, quedaron registradas imágenes muy simbólicas para este deporte: manifestantes armados con palos de golf, ejecutando swings con el objetivo de devolver las bombas lacrimógenas frente al acoso de la Guardia Nacional Bolivariana. Los medios locales comprobaron que varios de esos hombres munidos con drives, cascos y máscaras antigas eran caddies afectados por la profunda crisis. Apenas un muestrario más de la cantidad de sectores desamparados por el gobierno de Nicolás Maduro.
Una paradoja: el mismo domingo en que se realizaban las elecciones de la Asamblea Constituyente de Venezuela, con sus posteriores denuncias de fraude, Jhonattan Vegas (32 años, 48° del ranking) ganaba en el Abierto de Canadá y se consagraba por tercera vez en el PGA Tour. El gran referente del golf vinotinto, que fue campeón de nuestro Abierto de la República en 2010, en el Jockey Club, no dudó en denunciar el escenario sombrío que azota a su tierra. Habló con el trofeo en mano, como campeón en el circuito de golf organizado por el «Imperio»: «No es momento para estar feliz como venezolano y con todas las muertes que hubo en los últimos meses. Aunque logré una tercera victoria en el PGA Tour, de verdad que no puedo estar contento por todo lo que sufre mi gente en el día a día. Le dedico este triunfo a Venezuela, que se merece lo mejor de nosotros. Tenemos que querer y dar todo por nuestro país. Vamos a seguir luchando y salir de este gobierno que no nos representa a ninguno».
El mérito de Vegas en Ontario fue doble, porque se impuso en un momento crítico para él y para su familia, oriunda de Maturín, capital del estado de Monagas. La mente y el corazón de este grandulón que enamoró al público argentino pudieron no haber estado volcados en una cancha de golf, sino distraídos en la situación de su país. Sin embargo, siguió dando pelea en los fairways como lo hace esta semana en Akron, Ohio, junto con los mejores del mundo.
En Venezuela, la mayoría de los clubes de golf cerraron sus puertas para resguardar la seguridad de sus socios y de sus empleados. Particularmente, las entidades ubicadas cerca de las principales ciudades, como Caracas, Barquisimeto y Valencia. El peligro está dado en los trayectos, debido a la continua programación de marchas y las «trancas» del tráfico, como suelen decir producto del caos en autopistas y rutas. Por consiguiente, los golfistas aficionados están jugando muchísimo menos, los caddies casi no tienen quienes los contraten para una vuelta de 18 hoyos y los torneos programados por la Federación Venezolana fueron forzosamente suspendidos.
El golf venezolano no la tuvo fácil ya desde los tiempos de Hugo Chávez. El fallecido ex presidente y antecesor de Maduro aguijoneó con una frase que en 2009 precipitó el cierre de siete campos: «Sólo un pequeño burgués puede jugar al golf. El golf es un deporte de burgueses», mencionó, en una de sus tantas alocuciones de su programa televisivo Aló Presidente.
Cuando Vegas triunfó un año después en el Abierto, todavía mantenía cierta moderación en sus declaraciones: «Estas medidas no son nada buenas para el golf; si tu miras en el resto del mundo siempre verás el apoyo de las instituciones, de parte del mismo gobierno y de las empresas privadas. Es una situación lamentable y el cierre de campos lo dice absolutamente todo». En los últimos meses se notó a un Jhonny mucho más combativo: directamente se animó a pedir un cambio de gobierno al compás de muchos otros deportistas venezolanos, sobre todo beisbolistas y futbolistas, que ya fustigan abiertamente al régimen de Maduro.
«El golf en la Venezuela actual se mudó de las canchas a las calles en la lucha por la libertad. Está totalmente disminuido como consecuencia de la situación que se vive, un panorama que si se extiende puede hacer mucho daño para el futuro deportivo de nuestro país», apunta el periodista venezolano Eduardo Pérez Paris, de la revista Fairway.
Vegas proviene de una familia humilde y aprendió a jugar en un campamento petrolero de Morichal, donde su padre era el encargado de las áreas verdes de la cancha de golf de 9 hoyos, y que se ocupaba además del suministro de alimentos al club de los empleados petroleros. El triple ganador en el PGA Tour todavía recuerda que algunos de aquellos terrenos petroleros, ahora clausurados, cobijaban a unos mil chicos que accedían naturalmente al golf. «Esos mil niños pudieron desarrollarse porque podían usar las instalaciones; ahí fue donde todo comenzó para mí, pero luego se les quitó esa posibilidad».
Vegas sigue persiguiendo grandes metas en el PGA Tour. Pero mira hacia los costados y comprueba, desolado, cómo el golf de su país sigue lamiéndose heridas.
«Este gobierno no nos representa a ninguno»
https://twitter.com/JhonattanVegas/status/891858711567900673
Fuente: La Nación